El presidente del país aseguró que cumplirán «con todos los procedimientos necesarios para no causar ningún daño a la naturaleza».
Fuente: https://actualidad.rt.com
En febrero de este año, el Gobierno de Brasil aceptó unirse a la OPEP+, la organización que agrupa a países productores de petróleo aliados. La invitación fue extendida en noviembre de 2022, durante la visita del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a Arabia Saudita.
Sin embargo, la adhesión de Brasil generó críticas entre los ambientalistas, quienes argumentan que la nación debería centrar sus esfuerzos en la transición energética en lugar de la exploración de combustibles fósiles. Un punto de controversia adicional es la intención del Gobierno de perforar pozos en la Cuenca de la Foz del Amazonas, en la costa de Amapá.
Petrobras, la compañía brasileña encargada de la exploración de petróleo y gas natural, aún espera la autorización para operar en esa área. En una entrevista con Radio Diário, el jefe de Estado defendió la exploración petrolera como un medio para financiar proyectos de energía sostenible. «Petrobras es una empresa responsable», afirmó el presidente y aseguró que la compañía tiene una amplia experiencia en exploración en aguas profundas. «Vamos a cumplir con todos los procedimientos necesarios para no causar ningún daño a la naturaleza», se comprometió Lula. Según él, la riqueza petrolera ayudaría a financiar la tan anhelada transición energética.
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El economista Pedro Silva Barros destacó que la transición energética requiere inversiones significativas y que la exploración podría generar los recursos necesarios. También mencionó que, debido a la restricción fiscal en Brasil, las inversiones en innovación son escasas y podrían crecer con ingresos adicionales provenientes de la exploración de petróleo. Además, señaló que otra manera de financiar tal transición sería aumentando las tarifas de energía para los consumidores brasileños.