Camacho afirma que la cantidad de conflictos en el país refleja el cansancio de la gente con el gobierno de Arce


El líder cruceño asevera que ninguna de las tres cabezas visibles del MAS es la solución para los problemas del país, solamente la unidad responsable de la oposición.

Foto: Defensoría del Pueblo

eju.tv  



El líder opositor y gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, se pronunció este martes en su cuenta de la red social X sobre la creciente conflictividad social en Bolivia y afirmó que el número de protestas refleja el ‘cansancio’ de la población con el gobierno del presidente Luis Arce y con el Movimiento al Socialismo (MAS) como tal, porque no pudo dar respuestas a la crisis que atraviesa el país.

De acuerdo con un reporte del Observatorio de Conflictos de la Defensoría del Pueblo, Bolivia experimentó una notable alza en los conflictos sociales entre enero y marzo de este año, que abarcan desde bloqueos y paros hasta protestas sectoriales en demanda de atención económica y servicios básicos. El informe señala que, en los 201 conflictos, las medidas de presión más recurrentes fueron el ‘estado de emergencia’ con 51, el bloqueo con 43 y la marcha con 36. La mayoría de estos problemas se concentró en La Paz con 74, seguido de Santa Cruz con 44 y Cochabamba con 25.

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“La gente está cansada de la crisis. Cansada de Arce, cansada de Evo, cansada de Andrónico, cansada de la falta de empleo, de combustible o de oportunidades”, expresó Camacho a través de una publicación en redes sociales, en referencia a los conflictos registrados en los tres primeros meses de este año; asimismo, la autoridad cruceña aseveró que la situación evidencia una creciente desconexión entre el Gobierno y la ciudadanía. «El masismo está destruyendo las instituciones y la esperanza de los bolivianos, y por eso las calles están volviendo a ser el tapete donde se teje el descontento», apuntó.

Foto: Defensoría del Pueblo

El gobernador cruceño convocó a la oposición política a actuar con responsabilidad, hacerse eco de las demandas ciudadanas y buscar la unidad para derrotar al MAS en las urnas. “La gente quiere un cambio y la oposición debe dar la talla. Primero, escuchando y comprendiendo los problemas reales de la gente. Segundo, ganando con unidad y firmeza al MAS en todas sus versiones. Y tercero, gobernando con capacidad y honradez para sacar a Bolivia de la crisis”, señaló.

En lo que va del año, los conflictos se han concentrado en sectores como los productivos, gremiales y del transporte, entre otros, debido a la crisis económica que se refleja en la escasez de combustible, el encarecimiento de los productos de la canasta familiar y la ausencia de dólares en el sistema financiero formal. En paralelo, las pugnas políticas en el oficialismo y la oposición provocan también incertidumbre social, lo que hace que exista un ambiente de conflictividad recurrente en el país.

Las tensiones internas en el Movimiento Al Socialismo (MAS), con una pugna abierta entre los sectores que apoyan a Luis Arce, Evo Morales y Andrónico Rodríguez; o la aparición de varios candidatos evidencian la fragmentación en la oposición agravan un escenario donde el malestar ciudadano crece. Diversos analistas advierten que el próximo gobierno enfrentará no solo desafíos económicos, sino también una creciente presión social.

El jefe nacional de la agrupación Creemos, quien está recluido en el centro penitenciario de Chonchocoro desde diciembre de 2022, mantiene su incidencia en el espectro político a través de comunicados en sus redes sociales y las declaraciones difundidas por su entorno y bancada. Desde su reclusión, el líder político insiste en que el cambio real en Bolivia debe pasar por la derrota del MAS en las urnas y la construcción de un nuevo proyecto de país, sobre todo en base al modelo productivo cruceño y la recuperación de la democracia plena.