El vicepresidente de los demócratas, Ernesto Suárez, culpa a Walter Chávez de la ruptura del bloque unidad, señalando que logró infiltrarse entre los líderes cruceños, asesorando a Creemos y provocando peleas con Demócratas e incluso los cívicos en Santa Cruz. El aludido hace mucho tiempo que está fuera de Bolivia, por lo tanto, esa declaración no pasa de ser un intento de justificación absurda e infantil.
Demócratas para el 2019 – 2020 tenía una estructura de más de 250 mil militantes a nivel nacional. Pero tenía también identidad política, un líder conocido a nivel nacional, cuadros y técnicos de excelente nivel. Pudo constituirse con el gran bloque alternativo de poder. Pero los errores recurrentes, la falta de consistencia y persistencia política lo llevan a tropezar y tropezar hasta terminar en estas elecciones como levanta manos de uno de los candidatos. Sin líder, sin militantes, sin identidad y sin candidato propio. Perdieron la democracia, Santa Cruz y el país. Culpar a Chávez es un bleff
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