- El Papa ni se muere ni renuncia», se cantó en la Plaza San Pedro, el domingo de resurrección.
- El cardenal Camarlengo anunció la muerte del Papa argentino, a las 7:35 de la mañana en su residencia.
- Será sepultado en una capilla que eligió en la basílica de Santa María Mayor.
JULIO
ALGAÑARAZ
VATICANO – CORRESPONSAL
Fuente: https://www.clarin.com
El Papa argentino dio su vida a su voluntad de superar la grave enfermedad que padecía y presentarse a la multitud el domingo en la plaza de San Pedro en un gesto histórico que se ha convertido en un drama. Los médicos le pedían que evitara salir de la Casa de Santa Marta, en el Vaticano, donde se alojaba. Estaba aún por cumplir el primer mes de los dos meses de convalecencia que establecieron los médicos.
Jorge Bergoglio, nacido el 17 de diciembre en Buenos Aires, 266° Papa de la Iglesia Católica, había sido internado el 14 de febrero en el hospital Gemelli con una bronquitis. Dos días después los médicos descubrieron que padecía una neumonía bilateral. Francisco luchó para salvarse y los médicos y lograron curarlo. El 23 de marzo fue dado de alta, enviado a su casa en el Vaticano.
La multitud que el domingo lo aclamó durante todo el tiempo en que apareció en el balcón principal de la basílica vaticana y después en su larga “vuelta olímpica”, como la llamaban en broma algunos periodistas, a bordo del papamóvil, acompañado por su fiel enfermero y asistente sanitario personal Massimiliano Strapetti, que le hacía masajes en la nuca.
Llegó hasta la vía de la Conciliazione, que lleva al río Tíber, donde el papamóvil regresó a la plaza tras pasar frente a la embajada argentina ante la Santa Sede.
Todos creían que se vivía una especie de final feliz, de ingreso definitivo en la convalecencia, que en contraste con los masivos ataques de los grupos conservadores y tradicionalistas, “el Papa ni se muere ni renuncia”.
El anuncio de la muerte del papa Francisco
Temprano este lunes, la tragedia. Su cuerpo no resistió los esfuerzos del domingo y da a su muerte un final que linda en el martirologio. No quiso fallarle a los fieles, el resultado parece excesivo, pero la tragedia era imprevisible porque Jorge Bergoglio seguía luchando contra una muy grave enfermedad.
Sobrevinieron de inmediato los preparativos.
La confirmación de su muerte, los preparativos para los cuatro días que durarán los funerales y la tumulación del cuerpo no en las subsuelos de la basílica de San Pedro, donde yace la mayoría de los papas muertos, sino en una capilla que él mismo eligió en la basílica de Santa María la Mayor, donde eligió ser sepultado.
El cardenal irlandés Kevin Farrell, cardinal camarlengo de la Iglesia, comprobó el deceso, y luego hizo el anuncio. “Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro Santo Padre Francisco.
«A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, ha vuelto a la casa del Padre. Toda su entera vida ha sido dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia. Nos a enseñado a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, coraje y amor universal, en modo particular en favor de los pobres y marginados”, dijo.
“Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, recomendamos el alma de Papa Francisco al infinito amor misericordioso de Dios Uno y Trino”, agregó.
PJB y ap