Los empresarios privados solicitaron la libre importación y comercialización de combustibles en el mercado interno, y ello ya es viable, sin embargo, la estatal petrolera continúa proveyendo del carburante subvencionado al agro boliviano, dijo el presidente de YPFB, Armin Dorgathen.

Fuente: ABI / La Paz
A la fecha, las empresas privadas importaron al menos 1,3 millones de litros de combustibles que podrían ser adquiridos por los productores; sin embargo, éstos prefieren comprar el carburante subvencionado y el mismo está garantizado, informó el presidente ejecutivo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen.
“Ya hemos confirmado, tenemos 1 millón de litros de combustible importado por privados en nuestra Planta en Senkata (El Alto) y hay más de 300.000 litros, igual importados por privados, en nuestra Planta de Palmasola (Santa Cruz). Entonces este combustible importado por privados, que podría ser comprado por el sector productivo, no lo hacen y está mucho tiempo ahí, se sigue esperando que llegue el combustible subvencionado”, explicó a los periodistas.
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Afirmó que, si bien empresarios privados solicitaron la libre importación y comercialización de combustibles en el mercado interno, y ello ya es viable, la estatal petrolera continúa proveyendo del carburante subvencionado al agro.
“Ya está llegando el combustible subvencionado, así que también garantizamos. Coordinamos diariamente con el sector productivo tanto para el retiro de productos también para el envío de cisternas móviles en diferentes departamentos para poder cumplir con estas demandas”, dijo.
De acuerdo con los datos oficiales, resultado de un trabajo coordinado con el sector empresarial, el Gobierno nacional emitió, entre 2024 y este año, tres decretos supremos para la importación y comercialización de combustibles por parte de privados.
Se trata del Decreto Supremo (DS) 5218, que incluye la importación de combustibles para consumo propio, el DS 5271 para la importación y comercialización de combustibles y el DS 5313 que reduce los requisitos para facilitar e incentivar que los empresarios privados puedan realizar esta actividad.
En el marco de esas normativas, la finalidad es que el volumen de combustible importado por el sector privado ayude a aliviar la demanda interna y, a su vez, reducir el monto de la subvención a los hidrocarburos.