Este domingo, concluyó la segunda versión de la Feria Internacional del Libro de El Alto (FILEA).
Milen Saavedra
Fuente: Red Uno
Luego de 11 días, la 2ª Feria Internacional del Libro de El Alto (FILEA) llegó a su fin. Entre los comentarios y opiniones de los asistentes, varios coincidieron en la necesidad de contar con un espacio apto para el desarrollo de actividades culturales de gran magnitud, como el varias veces anunciado Nuevo Campo Ferial de El Alto.
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Este domingo 6 de abril, el evento cultural y literario cerró con la asistencia de personas de todas las edades, en grupos de amigos y familias, quienes dieron valoraciones sobre su visita.
“Me pareció muy interesante y vine más que todo por mis niñas. Me parece un buen lugar donde adquieren experiencias del aymara, porque los niños de ahora no están conociendo este idioma y en el colegio les piden eso”, dijo Nelly Apaza, cuyas hijas tienen siete y nueve años.
“Un campo ferial es importante. Es la primera vez que vemos esto en El Alto y ese tipo de espacios se necesitan. Antes íbamos abajo (La Paz) a ver libros”, agregó.
A su turno, Esther Condori, joven que vive en la avenida Cochabamba, expresó que el año pasado no tuvo oportunidad de asistir a la feria, por lo que ahora no dudó en hacerlo. “La verdad, me gustó todo. Hay variedad de libros y yo soy más de (los géneros) fantasía y terror, por eso vine a buscar eso».
Su amiga, Ángela, quien vive en la zona San Luis (Villa Adela), hizo énfasis en la necesidad de contar con actividades culturales, ya que son muy requeridas por los jóvenes.
“Tener un espacio ferial es muy necesario, porque siempre que vemos cierta actividad interesante, resulta que es en La Paz y para nosotros es difícil de acceder. Quisiera que acá haya un lugar específico para disfrutar esas actividades”, dijo.
Wara Copa, residente de Villa Alemania, coincidió en que “los jóvenes siempre buscan este tipo de encuentros. Yo quisiera que haya un lugar para actividades culturales. Esta feria me ha gustado y es la segunda vez que vengo. Ahora pude ver todo con más detalle”, aseguró.
Entre las familias que se dieron cita a la FILEA estuvo la de Sonia Ramírez y Rodrigo Mamani, quienes se enteraron por el TikTok y las noticias en la televisión. Al ser la primera vez que van a una feria del libro, ambos concordaron en que no hay mucha oferta cultural que reúna a padres e hijos en esta urbe.
“Si las hay no se ve, por lo que sería muy importante tener más espacios así, porque los niños lo viven de diferente manera y se necesita mucho de eso. Vivimos por Río Seco y es mucho más fácil venir aquí que ir a La Paz”, opinó el padre de la familia de seis integrantes.
Difusión de producción literaria e investigativa de El Alto para el país
Un grupo similar fue el de Luis Condori, cuyos cinco integrantes llegaron desde Faro Murillo a la FILEA. “Fuimos varias veces a la FIL La Paz, más que todo por mi hija, porque de la familia la lectora es ella”, expresó. “La diferencia con La Paz es que es más amplio, hay más espacio y más expositores. Entonces es importante contar con un campo ferial, tener un lugar así y hacer varias actividades culturales. Ojalá que las autoridades se preocupen más al respecto”, dijo.
Mientras que la coordinadora de la carrera de Lingüística – Unidad Académica de Viacha de la UMSA, Mery Chambi, sostuvo que “hay muchas sabidurías y conocimientos en la oralidad, pero no tenemos espacios como este. Hacer conocer nuestras producciones intelectuales a la población es importante. Entonces queremos que siempre haya este tipo de eventos y para el próximo año ya estamos realizando una nueva publicación. Los estudiantes se animan en realizar investigaciones y así fortalecemos la cultura y la lengua aymara”.
Cerca de 100 personas, entre docentes y estudiantes de esta unidad académica, llegaron a la FILEA y posteriormente compartieron un apthapi.
De igual manera, así como la población alteña va a la Feria Internacional del Libro de La Paz, vecinos paceños se acercaron a la FILEA este año. Uno de ellos fue Aldo Saavedra, quien vive en San Pedro e indicó estar de paso por la Terminal Metropolitana “y decidimos venir. Mi esposa nos ha dicho que había una feria del libro y mi hija quería comprar. Pensaba que era más pequeño, pero está muy bien, hay variedad”.
Así también, Inés Chirino estuvo presente con sus hijas de siete y 15 años. “Me gustaría ver más expositores. Vivimos en Achumani y este año, una de mis hijas me dijo para venir, porque siempre vamos a la FIL La Paz y esa es mucho más grande. Pero esta feria está bien, está mejorando”, expresó.
Pese a la actual coyuntura, se evidenció que la emoción de ver, buscar y adquirir libros, continúa, principalmente en el público joven.
Una tesis universitaria de 2017 disponible en la web indica que “El Alto cuenta solamente con un campo ferial. Éste es improvisado, carece de servicios básicos y su infraestructura es precaria, como sus pisos de tierra. Una parte del espacio de la Gobernación es usado, además, para oficinas y depósitos. Este sitio de 3.500 metros cuadrados está ubicado entre las avenidas Héroes del Kilómetro 7 y Fuerza Aérea, en la zona Ferropetrol del Distrito 6. Quienes usan este espacio deben exponer sus productos en carpas o a la intemperie, ya que allí no hay casetas, quioscos ni anaqueles”. Actualmente, ocho años después, esta situación no ha cambiado.
Los gobiernos de turno, mantuvieron la promesa del Nuevo Campo Ferial de El Alto (en otro lugar) pendiente. Incluso, en 2022 se colocó la piedra fundamental para este propósito.