Ríos señaló que el contrabando es tan rentable que sería necesario militarizar completamente las fronteras para detenerlo.
eju.tv /Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, alertó que la actual crisis cambiaria que enfrenta Bolivia tiene su origen en la mala gestión del sector energético, particularmente por la falta de reposición de reservas hidrocarburíferas y la creciente dependencia del país en la importación de combustibles. Según explicó, esta situación está provocando una presión insostenible sobre las reservas internacionales y acentuando la escasez de dólares.
“La crisis, el problema del tipo de cambio en Bolivia, está originado en el sector energético. El año 2015 llegamos a exportar entre 6.000 y 6.100 millones de dólares en gas natural, condensado, GLP y crudo reconstituido. Hoy estamos en el camino opuesto: en pocos años pasaremos a importar esa misma cantidad”, explicó Ríos en entrevista con La Hora Pico de eju.tv que conducen Belén Mendivil, Patricia Gutiérrez, Jorge Robles y Ernesto Justiniano.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El exministro proyectó que, hacia el año 2030, Bolivia podría estar importando hasta 6.000 millones de dólares en energía, lo que representaría un giro drástico respecto al pasado reciente. Este año, advirtió, ya se necesitan aproximadamente 3.200 millones de dólares para importar diésel (del cual se importa el 90%), gasolina (60%) y GLP (alrededor del 5%).
“No se ha hecho una política energética coherente. Si no íbamos a reponer reservas, al menos debimos guardar los dólares para importar combustibles. Esta es una política económica fallida del modelo del MAS, basado en un Estado empresario que no ha generado los resultados esperados”, sentenció Ríos.
Asimismo, criticó la falta de inversiones en exploración energética, señalando que YPFB —encargada de esta tarea— “no ha descubierto básicamente nada”, lo que ha llevado al país a un escenario de virtual desabastecimiento.
Ríos también abordó el impacto económico del contrabando de combustibles, alimentado por la brecha entre el tipo de cambio oficial (Bs 6,96 por dólar) y el del mercado paralelo (que oscila entre Bs 17 y Bs 18). Haciendo un cálculo ilustrativo, explicó que la gasolina subvencionada que se vende a Bs 3,74 por litro en Bolivia equivale a unos 20 centavos de dólar en el mercado negro, mientras que en países vecinos su precio es de hasta 1,10 dólares.
“El margen para el contrabando es enorme. Una sola cisterna de 25.000 litros que cruza la frontera puede generar una ganancia de hasta 22.500 dólares. Este subsidio, en realidad, no está beneficiando a los bolivianos sino a las economías fronterizas. Y el contrabando es tan rentable que sería necesario militarizar completamente las fronteras para detenerlo”, advirtió.
Para Ríos, la energía no es solo un tema técnico o económico, sino el motor de toda la actividad nacional: “Sin energía no hay agropecuaria, no hay minería, no hay transporte, no hay comercio. Si no resolvemos esto, seguiremos agotando nuestras divisas y agravando la crisis cambiaria”.