El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lamentó este martes el reciente ataque aéreo ejecutado por India sobre posiciones en Pakistán y en la región de Cachemira administrada por Islamabad.
“Es una pena”, dijo Trump a la prensa desde la Casa Blanca. “Supongo que la gente sabía que algo iba a pasar, basándose en un poco del pasado; llevan mucho tiempo luchando, ya saben, muchas décadas y siglos”, añadió, al margen de la ceremonia de juramento del enviado especial para Medio Oriente y Rusia, Steve Witkoff.
El mandatario expresó su deseo de que las hostilidades entre ambos países “terminen muy pronto”.
En la madrugada del miércoles, el Ejército indio bombardeó nueve supuestas bases de grupos terroristas en territorio paquistaní y en zonas de Cachemira bajo control pakistaní, de acuerdo con el anuncio del Ministerio de Defensa de India. Las autoridades indias enmarcaron la ofensiva como respuesta directa al atentado que dejó 26 muertos en Pahalgam, cuya autoría fue reivindicada por el Frente de Resistencia, un grupo armado creado en 2019 y vinculado al Lashkar-e-Taiba (LeT), organización islamista señalada por Nueva Delhi de operar con apoyo desde territorio pakistaní.
El gobierno de Pakistán confirmó que respondió militarmente a los ataques indios y denunció la muerte de tres personas y una docena de heridos. El portavoz oficial pakistaní calificó la operación india de “vergonzosa y cobarde”.
En este contexto de tensión, el Departamento de Estado de Estados Unidos había exhortado el miércoles a ambas partes a cooperar para evitar una escalada. El secretario de Estado Marco Rubio trasladó este mensaje en conversaciones telefónicas tanto con el primer ministro pakistaní, Shehbaz Sharif, como con el ministro de Exteriores indio, Subrahmanyam Jaishankar.
Marco Rubio, secretario de Estado de EEUU (REUTERS/Kent Nishimura)
Rubio expresó su “pesar por las vidas perdidas en el terrible atentado”, reafirmó el “compromiso de Estados Unidos con la cooperación con India contra el terrorismo” y alentó al gobierno indio a “colaborar con Pakistán para reducir la tensión y mantener la paz y seguridad en el sur de Asia”, según declaraciones recogidas por su portavoz, Tammy Bruce. Jaishankar, por su parte, reiteró que los “autores, patrocinadores y planificadores” del atentado deben ser llevados ante la justicia.
Durante su comunicación con Islamabad, Rubio insistió en la “necesidad de condenar el ataque terrorista” del 22 de abril y de “cooperar en la investigación de este atroz ataque”, además de urgir al ejecutivo pakistaní a “restablecer las comunicaciones directas” con Nueva Delhi.
La región de Cachemira, en disputa desde 1947, ha sido el epicentro de varias guerras y enfrentamientos entre las dos potencias nucleares, incluyendo un conflicto armado en 1999 y una frágil tregua que se mantiene desde 2003. Las autoridades indias acusan reiteradamente a Pakistán de dar cobertura a grupos armados activos en el área, lo que Islamabad niega. La actual crisis ha reactivado los temores de una escalada bélica en el sur de Asia.