El GLP desaparece de los barrios cruceños y vecinos buscan en distribuidoras


 



 

 

Fuente: El Mundo

Desde hace un par de semanas los camiones repartidores de gas licuado de petróleo (GLP), no recorren los barrios como antes, por ello las tiendas de barrio ya no cuentan con el energético y los vecinos se ven obligados a acudir a las distribuidoras o los surtidores pertenecientes a YPFB donde al igual que la gasolina o diésel deben hacer colas para comprar una garrafa.

Esta situación se agrava luego que los transportistas distribuidores de GLP confirmaron que se suman al paro indefinido de los cisterneros, que transporta diésel y gasolina.  Ante este anuncio, los vecinos debieron llegar hasta las agencias de gas para poder adquirir el producto, ya que, en los barrios, una garrafa con GLP puede costar hasta Bs 35.

Las personas que llegaron hasta la distribuidora, indicaron que no solo es la falta de GLP, sino que también tienen que gastar la poca gasolina que tienen para buscar una garrafa. “En mi barrio cuesta entre Bs 33 y 35”, afirmaron mientras esperaban su turno.

En tanto, el dirigente del sector distribuidor de GLP, Ronald García, indicó que al sumarse a la movilización de los cisterneros los vecinos deben tomar sus previsiones porque no repartirán el energético en los barrios. “Va haber desabastecimiento de Gas Licuado de Petróleo en la ciudad”.

También García confirmó que en asamblea se determinó que no se enviará ningún vehículo a Argentina o Paraguay para cargar combustible e importar a Bolivia.

Al respecto, el ex ministro de hidrocarburos Álvaro Ríos anticipa un panorama desolador para el país si el gobierno no logra conseguir los dólares necesarios para realizar la compra de combustible.

“Estamos importando el 90% del diésel y el 60% de gasolina y este año estamos comenzando a tener déficit de GLP y cuando digo GLP de la transición a la leña es porque lo he visto en Venezuela (…) las amas de casa en los barrios alejados de este país, se ven obligadas a romper sus muebles para cocinar en las calles en ollas comunes”.