IMPACTO. – El alza del dólar y la inflación deterioran el poder adquisitivo de los bolivianos. Gary Rodríguez advierte sobre sus causas y propone medidas urgentes para frenar la crisis que afecta sobre todo a los más pobres del país.
Fuente: El Mundo
El economista y magíster en Comercio Internacional, Gary Antonio Rodríguez Álvarez, advierte en su columna “Buscando la Verdad” que la reciente escalada del dólar y el aumento de la inflación en Bolivia no son hechos fortuitos, sino consecuencias de malas decisiones políticas y económicas.
“Si los malos políticos y quienes siempre encuentran un problema para cada solución querían que suba el dólar y aumente la inflación, lo han logrado”, afirma. Pero ese “éxito” se ha conseguido —dice— a costa del sufrimiento de los más pobres, quienes enfrentan hoy un duro ajuste económico.
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INFLACIÓN Y ESCASEZ: EL CIUDADANO AGOBIADO
Rodríguez identifica varios factores que hoy preocupan al boliviano común: el aumento del costo de vida, la escasez de combustibles, su venta en el mercado negro y las restricciones a las exportaciones. Todo está relacionado con la creciente valorización del dólar en el mercado paralelo.
La inflación —explica— responde tanto a la presión de la demanda como al encarecimiento de los costos de producción. A esto se suma la pérdida de confianza, que provoca comportamientos sociales que agravan la crisis: acaparamiento, especulación y consumo acelerado.
EL DÓLAR, LA NUEVA REFERENCIA DE PRECIOS
Rodríguez compara el alza del dólar con el aumento del precio del tomate: cuando escasea, se encarece. Hoy, el tipo de cambio paralelo ya duplica al oficial, impactando directamente en los precios en una economía dependiente de importaciones.
Datos oficiales revelan que la inflación acumulada al mes de abril bordea el 6%, y en 2024 podría llegar al 10%. Esto reduce el poder adquisitivo y empuja a la población a dolarizar sus ahorros como refugio financiero.
CAUSAS REALES Y PERCEPCIONES
Entre las causas del colapso cambiario, Rodríguez señala el déficit fiscal, la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN), la baja en exportaciones estatales y el aumento de importaciones de combustibles. Pero también destaca un factor subjetivo: la incertidumbre y el cambio de expectativas.
El temor a una mayor devaluación ha generado una fuerte demanda de dólares y una creciente indexación de precios a esta divisa, debilitando aún más la estabilidad de la moneda nacional.
MEDIDAS URGENTES
Para el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), se deben tomar acciones inmediatas: liberar exportaciones, destrabar créditos en la Asamblea, impulsar la producción estatal y construir una agenda público-privada basada en seguridad jurídica y libertad económica.
“Solo con señales claras y decisiones firmes se podrá frenar la escalada del dólar y contener la inflación”, concluye Rodríguez.