La Secretaría de Desarrollo Humano niega que exista desabastecimiento, pero reconoce que enfrenta dificultades al momento de las compras, debido a que no hay proveedores interesados. El Gobierno toma como referencia el dólar oficial en un tipo de cambio de 6,96 bolivianos. Sin embargo, las empresas importadoras operan con la divisa del mercado paralelo, donde la cotización fluctúa entre 16 y 18 bolivianos, lo que encarece sus costos y por ello ya no se presentan a las licitaciones públicas.
Aunque la Gobernación de Tarija niega que exista desabastecimiento de medicamentos para pacientes con enfermedades crónicas, como cáncer, hemofilia o insuficiencia renal, reconoce que la crisis económica nacional ha puesto en riesgo la continuidad del suministro. El principal obstáculo es la fijación de precios referenciales por parte del Gobierno central en función del dólar oficial, una medida que, en el actual contexto, ha ahuyentado a los proveedores.
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La secretaria de Desarrollo Humano de la Gobernación, María Lourdes Vaca, explicó que el Ministerio de Salud establece precios máximos para los medicamentos importados, basados en un tipo de cambio oficial de 6,96 bolivianos por dólar. Sin embargo, las empresas importadoras operan con la divisa del mercado paralelo, donde la cotización fluctúa entre 16 y 18 bolivianos, lo que encarece sus costos. El resultado, muchos de estos proponentes ya no se presentan a las licitaciones públicas.
La autoridad mencionó que las convocatorias quedan desiertas porque las empresas no pueden cubrir sus gastos con los precios impuestos. Agregó que hay una distorsión absoluta entre lo que fija el Gobierno y lo que realmente cuesta traer un medicamento al país.
La falta de dólares en el sistema financiero y la creciente dependencia del mercado paralelo han complicado aún más el panorama. La Gobernación ha advertido que esta situación no solo impide la participación de proponentes en los procesos de compra, sino que además expone a los pacientes a interrupciones en sus tratamientos.
Aseguró que desde el nivel departamental se están haciendo esfuerzos para garantizar el abastecimiento, especialmente para enfermos renales, con cáncer o hemofilia, que son los más vulnerables. “No podemos permitir quedarnos sin stock”, afirmó.
Según datos internos manejados por la Gobernación, si se hace una comparación con el año pasado, el precio de los medicamentos importados ha subido más de un 100% debido al tipo de cambio real que utilizan los proveedores. Esa diferencia no está siendo reconocida en los precios referenciales del Gobierno, lo que los deja fuera del margen de rentabilidad.
Para Vaca, esta problemática no es coyuntural ni exclusiva de Tarija. Se trata de una manifestación clara del agotamiento del modelo económico nacional. La autoridad recalcó que las gobernaciones, municipios y también el Gobierno central están enfrentando las mismas dificultades para adquirir insumos y medicamentos, debido a un sistema de regulación de precios que ha quedado desfasado frente a la realidad económica actual.
Asimismo, ha lamentado que actualmente las autoridades estén priorizando el tema político, y dejando en segundo plano temas esenciales como la salud.