El candidato a la presidente por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz Pereira, alertó que la escasez de dólares, el incremento del precio de esa divisa en el mercado negro (que ha cruzado los Bs 15, duplicando su precio oficial de 6,96) y los incrementos salariales, formalizados ayer por el gobierno, empujan a la economía boliviana al borde de una hiperinflación similar a la de los años 80.
Fuente: Prensa Rodrigo Paz/Senador del CC
Recordó que entonces los incrementos salariales exigidos por los trabajadores se esfumaban de inmediato, devorados por una galopante inflación que disparaba los precios de los alimentos de la noche a la mañana, como hoy
“El gobierno de entonces cedía a las demandas de incrementos salariales y al día siguiente la inflación se encargada de esfumar los aumentos porque los precios de los alimentos se disparaban sin control, como pasa hoy. Salvando las diferencias históricas, nos acercamos rápidamente a un escenario muy similar”, dijo.
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Al mismo tiempo, Paz Pereira publicó en su cuenta X, una relación de cómo el salario mínimo se ha ido desvalorizando en los últimos tres años.
“No hay dólares. No hay incremento, sólo mentiras. La muestra es que en 2022, el salario mínimo, que llegaba a 2.250 bolivianos, representaba 328 dólares. Este año, que subió a 2.750 bolivianos, llega, aproximadamente, 187 dólares. Eso sin olvidar que los precios de los alimentos suben día a día ¿Incremento? Puro cuento”, escribió.
Indicó que para revertir la situación, el gobierno del MAS tiene que dejar en entregar los dólares que tiene el país a las empresas que creó con el «nombre de estatales para dar empleo a sus militantes y grupos de choque». Al mismo tiempo – añadió – debe liberar “de verdad” importaciones y exportaciones.
“El gobierno gasta más de los que ingresa a las arcas del Estado y cada año entrega 70 mil millones de bolivianos a las empresas que creó con el nombre de estatales para dar trabajo a sus militantes”, dijo.
Aseguró que apenas asuma el Gobierno de Bolivia pondrá en marcha un plan de emergencia de primera generación, con medidas de ajuste para enfrentar la inflación y la crisis económica.
“El 8 de noviembre me posesionó y el 9 aplico un plan de emergencia de primera generación, con medidas de ajuste», afirmó.
Precisó que en el plan de emergencia se contempla el envío, desde el Estado central a las regiones, de los 70 mil millones de bolivianos que el MAS hoy entrega a las empresas llamadas estatales.
«Esos 70 mil millones de bolivianos que el MÁS entrega hoy a las empresas que llama estales, que creó para sus militantes, yo los enviaré a las regiones, para desde ahí reactivar la economía de los bolivianos”, indicó.