Mucho antes que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) levante la bandera a cuadros para empezar la campaña rumbo a las elecciones del 17 de agosto de 2025, Bolivia ya estaba viviendo un intenso ambiente electoral.
Fuente: lostiempos.com
Las encuestas de ida y vuelta en las que ganaba un candidato diferente cada semana, los llamados inútiles a la unidad de la oposición, la división del MAS y las medidas de presión de Evo Morales, que temía perder su candidatura, han marcado el escenario preelectoral al menos un año antes de que el TSE empiece los preparativos que la normativa legal establece.
Todo ese cúmulo de acontecimientos ha decantado en las últimas semanas en un ambiente electoral, por decir lo menos, muy particular, y con características nunca vistas al menos en los últimos cinco procesos electorales.
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Los políticos y analistas coinciden en que el país enfrenta en este 2025 unas elecciones marcadas por al menos siete características: fragmentación de candidatos (por tanto de votantes), excesiva polarización entre candidatos y de alianzas o partidos políticos; judicialización electoral con demandas de inhabilitación de partidos; un TSE vulnerable que demanda leyes para blindar los comicios; división interna de los partidos y alianzas; peligros de actos de violencia y presiones en calles y carreteras y, finalmente, una “guerra sucia” entre candidatos que ya se avecina con denuncias mutuas.
Fragmentación
Dividido en tres facciones (Evo Morales, Luis Arce y Andrónico Rodríguez), el Movimiento al Socialismo se muestra vulnerable para la oposición y ahí emergen varios políticos y partidos que aseguran que pueden vencer al oficialismo en las urnas.
De las 10 opciones políticas que han inscrito a sus candidatos en el TSE, siete de ellas se reclaman antimasistas y aseguran que arrasarán con toda la política impuesta por el “proceso de cambio” en 20 años de Gobierno.
“Esta proliferación de candidaturas podría derivar inevitablemente en una segunda vuelta electoral, algo que Bolivia no ha vivido, señaló el analista político Rafael Archondo en una anterior entrevista con Los Tiempos.
Los intentos de unificar a la oposición para que esté representada por un solo candidato fueron inútiles y actualmente van por la presidencia Jaime Dunn (NGP), Samuel Doria Medina (Alianza Unidad), Jorge Tuto Quiroga (Alianza Libre), Manfred Reyes Villa (APB-Súmate), Rodrigo Paz (PDC), Jhonny Fernández (UCS), Eva Copa (Morena), Paulo César Foster (ADN).
El resultado, según analistas, será una dispersión del voto de la oposición en porcentajes bajos para cada alianza o partido y que beneficiará al oficialismo en una eventual segunda vuelta.
Polarización
Izquierda o derecha; liberalismo o socialismo; estatismo o libre cambio; fin de las empresas estatales y promoción de las iniciativas privadas. Así se muestran las opciones de uno y otro lado de las campañas.
Y a nivel de candidaturas los ataques de unos contra otros también están subiendo de tono a través de descalificaciones y denuncias permanentes entre bandos contrarios.
Judicialización
Hace unos días el vocal del TSE, Tahuichi Tahuichi Quispe, alertó que el proceso electoral en Bolivia está en riesgo por el creciente volumen de acciones judiciales que involucran a partidos políticos y al propio Órgano Electoral.
Existen al menos 10 acciones legales en curso y que se han anunciado cinco más de diversa índole: amparos constitucionales, acciones populares, de cumplimiento y de libertad.
Unas apuntan directamente al TSE, otras lo involucran como tercer interesado, y otras apuntan a conseguir la inhabilitación de las organizaciones políticas.
Leyes
El TSE viene insistiendo a la Asamblea Legislativa la aprobación de ley de preclusión y otra para que los vocales tenga caso de corte, pero inútilmente.
División
Tanto el bloque de la oposición como del oficialismo van divididos a los comicios: Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga y Manfred Reyes Villa son los candidatos que mayores recursos tienen para pelear por el voto antimasista, pese a plantear similares medidas para sacar a Bolivia de la crisis.
En tanto, el oficialismo va con tres bloques: Eduardo del Castillo por el MAS y Andrónico Rodríguez por el MTS.
Pese a no estar inscrito, Evo Morales aún insiste en la candidatura.
Fuente: lostiempos.com