El secretario general de la federación de la cual Andrónico Rodríguez era presidente, señala que son varios los ‘oportunistas’ que dejaron el instrumento político, pero que la militancia dura se mantendrá leal a Evo Morales.
eju.tv / Video: DTV
La fractura interna en el evismo se profundiza aún más, esta vez con un nuevo capítulo de tensiones sobre supuestas actitudes desleales del exministro de Gobierno, Carlos Romero, a quien el diputado Anyelo Céspedes cuestionó abiertamente por supuestamente sostener acercamientos con estructuras políticas afines al presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, el principal rostro disidente del evismo, posición que es compartida por algunos dirigentes en el Trópico de Cochabamba.
El secretario general de la Federación Mamoré Bulo Bulo, Dieter Mendoza, expresó que existen dudas en cuanto a Romero, pero también sobre otros ‘intelectuales izquierdistas tradicionales’, respecto a los posibles acercamientos con el otrora delfín de Evo Morales. El núcleo duro del evismo, representado por los dirigentes cocaleros del trópico de Cochabamba, advierten que, si se confirma la supuesta traición al liderazgo del exmandatario, el exministro será expulsado de las filas de ese instrumento político.
“Hay mucha duda en cuanto a Carlos Romero no solo de ahora, sino desde el procedimiento en 2019, ha habido mucha desconfianza con él y también con (Álvaro) García Linera; si bien los izquierdistas letrados o izquierdistas intelectuales como se hacen llamar, han ido acompañando desde la primera gestión, siempre ha habido debate al interior; pero, ahora los hijos de quechuas y aymaras se han preparado y tenemos nuestros propios intelectuales”, señaló.
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Foto: captura pantalla
Así como Evo Morales se autocalificó como el político más traicionado de Bolivia, Mendoza prevé que otros aliados y seguidores darán la espalda al expresidente y al movimiento popular en lo que resta del proceso electoral; sin embargo, sostuvo que ese acto es imperdonable y no lo pasarán por alto, por ello, de comprobarse ese extremo, quienes incurran en actos de traición serán expulsados de las filas de ese instrumento político.
Las declaraciones del dirigente cocalero se dan tras la denuncia del diputado evista Anyelo Céspedes, quien acusó a Romero de ‘alta traición’ por supuestamente sostener reuniones con dirigentes que apoyan a Andrónico Rodríguez, candidato presidencial por una facción que se distanció del evismo. Céspedes también criticó que el exministro manifestara abiertamente su desacuerdo con los bloqueos promovidos por el ala radical como medida de presión política, pese a que Morales también manifestó su oposición a la medida.
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En respuesta, Carlos Romero minimizó las acusaciones en su contra. En declaraciones formuladas la pasada jornada, rechazó la imputación por carecer de fundamento, reconoció que marcó distancia de los conflictos internos en el Movimiento al Socialismo (MAS) que terminaron en su fragmentación y si bien reconoció el liderazgo histórico de Morales, afirmó que él no forma parte de ‘Evo Pueblo’ y prefiere emitir criterios alejado de las peleas intestinas.
“Los compañeros de antes se convierten en enemigos de ahora, en una coyuntura electoral y yo no quiero ser parte de eso, a mí no me interesa. No quiero ser un problema más. Pienso que hay momentos en que uno dice más cosas desde su ausencia”, afirmó, para luego recordar a Céspedes que estuvo en el MAS desde el inicio. “Lamento las palabras de un diputado, desconsideradas, probablemente ignora nuestros orígenes”, espetó.
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Carlos Romero una de las figuras más influyentes en el entorno de Evo Morales, ocupó las carteras de Autonomías, Presidencia y Gobierno, pero su perfil más destacado fue el de operador político clave del MAS. Su formación académica, perfil técnico y dominio de las leyes lo convirtieron en un referente de la ‘línea intelectual’ del evismo. Sin embargo, desde la caída del gobierno en 2019 y tras su paulatina marginación de las decisiones partidarias, Romero tomó distancia de Morales e incluso se mostró crítico con algunas de sus acciones.
La pugna muestra también que el exmandatario está cada vez más aislado, de ahí la importancia política que revisten las seis federaciones del Trópico de Cochabamba, bastión sindical y electoral de Evo Morales, así como el Pacto de Unidad y el autodenominado Estado Mayor del Pueblo. La región cochabambina no sólo concentra el respaldo más duro del expresidente, sino que es el epicentro desde donde se toman las decisiones clave dentro del ala evista. Cualquier disposición que proviene de las bases cocaleras tiene un peso determinante para la permanencia o expulsión de cuadros políticos en la estructura interna.