El presidente de EEUU amenazó con poner fin a los contratos gubernamentales con los que las empresas del hombre más rico del mundo se benefician
FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y Elon Musk asisten a una conferencia de prensa en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington, D.C., EE. UU., el 30 de mayo de 2025 (REUTERS/Nathan Howard/Foto de archivo)
Fuente: infobae.com
Minuto a minuto, publicación tras publicación, la extremadamente pública pelea entre Elon Musk y el presidente Donald Trump ha mermado su tan alardeado estatus como la persona más rica del mundo.
El daño final al cierre del día: 34.000 mil millones de dólares borrados de su patrimonio neto personal, la segunda mayor pérdida registrada en la historia del Índice de multimillonarios de Bloomberg de los 500 más ricos del planeta. La única pérdida superior fue otra suya, en noviembre de 2021.
El contraataque fue surrealista y, en cierto modo, inevitable, considerando que se trata de un presidente de Estados Unidos que ha utilizado el Despacho Oval para reprender a líderes mundiales, y de un director ejecutivo con un historial de lanzarse de una cruzada a otra. El detonante fue la repentina iniciativa de Musk —pocos días después de abandonar Washington— de reunir suficiente apoyo para “acabar” con la emblemática “Big, Beautiful Bill” de Trump.
Musk, quien sigue siendo la persona más rica del mundo con una vasta fortuna de 334.500 mil millones de dólares, ha soportado numerosas derrotas antes. Pero lo que está en juego es más importante que nunca en su enfrentamiento con Trump, como lo dejó claro el presidente al proponer poner fin a los contratos gubernamentales con Musk, lo que representaría un golpe severo para los ingresos de Tesla Inc. y SpaceX.
Fiel a su estilo, el multimillonario respondió en X con cinco palabras pronunciadas por el personaje de Clint Eastwood en ‘Impacto Fulminante’: “Anda, alégrame el día”. Luego, anunció que SpaceX comenzaría a desmantelar su nave Dragon, un vínculo crucial con el espacio del que Estados Unidos depende para transportar carga y astronautas a la Estación Espacial Internacional.
La nave espacial SpaceX Dragon Endeavor de la NASA, a bordo de un cohete Falcon 9, que transportará al Crew-8, este 2 de marzo de 2024 (EFE/EPA/Cristóbal Herrera Ulashkevich)
El enfrentamiento marca un cambio radical con respecto a los meses posteriores a la victoria electoral de Trump, cuando el patrimonio neto de Musk alcanzó un récord cercano a los 500.000 mil millones de dólares. Las valoraciones de sus empresas se dispararon, impulsadas por la expectativa de que se beneficiarían de su relación con Trump y de su papel como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Musk abandonó oficialmente Washington la semana pasada.
El camino de Tesla
La escalada de la disputa plantea interrogantes sobre el futuro de Tesla, que en su momento atrajo a conductores preocupados por el clima, pero que se ha asociado cada vez más con las prioridades del movimiento MAGA (Make America Great Again) de Trump, alejándose de los consumidores progresistas. Las acciones del fabricante de autos eléctricos cayeron 14% el jueves, hasta 284,70 dólares.
Por su parte, Musk preguntó el jueves a sus seguidores en X si era “hora de crear un nuevo partido político en Estados Unidos que realmente representara al 80% de la población”.
Por grande que fuera la pérdida del jueves, esta podría no reflejar todo el impacto en su patrimonio, ya que no se incluye el valor de sus empresas privadas, una fuente cada vez más importante de su riqueza.
FOTO DE ARCHIVO: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla con los medios junto al director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, con un automóvil Tesla al fondo, en la Casa Blanca en Washington, DC, EEUU, el 11 de marzo de 2025 (REUTERS/Kevin Lamarque/Foto de archivo)
SpaceX, la startup privada más valiosa del mundo, fue valorada en 350.000 mil millones de dólares en una venta de acciones entre personas con información privilegiada en diciembre, lo que añadió 50.000 mil millones de dólares a la fortuna de Musk. El acuerdo reflejaba en parte el optimismo por sus vínculos con la administración Trump; desde el año fiscal 2000, SpaceX y Tesla han recibido un total de 22.500 millones de dólares en contratos federales no clasificados, según datos de Bloomberg Government.
Otras empresas de Musk, como xAI Holdings —de inteligencia artificial y redes sociales—, también podrían verse afectadas por el enfrentamiento, especialmente considerando que la fortuna de Trump está vinculada a su empresa Trump Media & Technology Group Corp.
Incluso la startup de implantes cerebrales Neuralink, que en las últimas semanas recaudó 650 millones de dólares en una ronda de financiación que la valoró en 9.000 millones de dólares, podría pasar por un mal momento si Trump decidiera atacarla a través de agencias como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés).
A comienzos de esta semana, Musk criticó duramente el proyecto de ley de gastos aprobado por estrecho margen en la Cámara de Representantes, argumentando que aumentaría en exceso la deuda del Gobierno, y la calificó como una “abominación repugnante”. La Oficina Presupuestaria del Congreso estima que la ley agregaría 2,42 billones de dólares al déficit durante la próxima década.
El proyecto de ley incluye la eliminación de créditos fiscales para vehículos eléctricos, medida que, según Musk, es el motivo principal de su frustración. Analistas de JPMorgan Chase & Co. estiman que estas disposiciones reducirían en unos 1.200 millones de dólares las ganancias anuales de Tesla.