Estados Unidos detuvo a un español que intentó enviar equipos militares de contrabando a Rusia


El hombre se declaró culpable, luego de que las fuerzas de seguridad de California interceptaran el cargamento y evitaran su exportación

 

EEUU detuvo a un ciudadano

EEUU detuvo a un ciudadano español que intentó enviar equipos militares de contrabando a Rusia (REUTERS)



 

Fuente: infobae.com

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Un ciudadano español, residente en los Emiratos Árabes Unidos, se declaró este martes culpable en Estados Unidos de haber intentado enviar material militar estadounidense a Rusia, de contrabando.

El Departamento de Justicia estadounidense informó en un comunicado que Bence Horvath, de 47 años, había sido formalmente acusado de conspirar para exportar ilegalmente radios de grado militar estadounidenses a usuarios finales del gobierno ruso, un cargo que aceptó en las últimas horas.

Ahora, el juez del Tribunal Federal de Distrito, John D. Bates, deberá dar a conocer su sentencia en una audiencia prevista para el próximo 30 de septiembre.

De acuerdo con los documentos judiciales, Horvath y otros implicados mantuvieron, al menos desde enero de 2023, conversaciones con una pequeña empresa estadounidense dedicada a la distribución de radios, con la intención de adquirir y enviar a Rusia estos equipos de grado militar, junto con accesorios relacionados, sin las licencias pertinentes.

Según lograron determinar los investigadores, la red planeaba contratar un transportista ubicado en Letonia, que evadiría todas las sanciones internacionales y los controles estadounidenses.

Como parte de este esquema, Horvath llegó a comprar un total de 200 radios que, sin embargo, fueron decomisadas a tiempo por los agentes de Homeland Security Investigations New Orleans, la Oficina Regional Sureste del Servicio de Investigaciones Criminales de Defensa y la Oficina de Control de Exportaciones del Departamento de Comercio.

Los fiscales Christopher Tortorice y Maeghan Mikorski, del Distrito de Columbia, que llevan el caso, celebraron la noticia y aseguraron que el fallo ratifica el compromiso de Estados Unidos por implementar todos los mecanismos a su disposición para frenar el acceso de Rusia a recursos de carácter militar, en el contexto de la guerra en Ucrania y de su negativa a negociar con seriedad un acuerdo de paz.

De hecho, la detención se produjo en línea con la importante campaña internacional de sanciones y restricciones sobre el país, cuyo objetivo es frenar el apoyo tecnológico, económico y militar extranjero a Moscú, y acelerar la finalización del conflicto en Ucrania.

Canadá fue el último país en sumarse a la lista, en las últimas horas, con el anuncio de un nuevo paquete de sanciones sobre Vladimir Putin y sus redes ilegales.

La comunidad internacional sigue emitiendo

La comunidad internacional sigue emitiendo sanciones contra Putin y sus redes ilegales (REUTERS)

En el marco de la cumbre del G7 que se celebra en Kananaskis, y que tiene al conflicto bélico como uno de los temas prioritarios de su agenda, el primer ministro, Mark Carney, anunció una nueva serie de sanciones contra 40 entidades, compañías, personas y una cantidad relevante de embarcaciones asociadas a la llamada ‘flota en la sombra’, utilizada por Rusia para sortear restricciones internacionales.

Estas medidas afectan a 77 individuos y 39 organizaciones, entre las que destacan tres importantes instituciones financieras, una compañía relevante del sector de petróleo y gas, así como un grupo de especialistas en computación cuántica. También se incluyen más de 200 buques que forman parte de la red de navíos que se emplean para eludir sanciones comerciales y mantener las exportaciones de crudo ruso, pese a las prohibiciones internacionales.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Canadá describió esta acción como “el mayor paquete de sanciones relacionadas con embarcaciones y comercio” dictado hasta la fecha contra Rusia, y sostuvo que busca ejercer “la máxima presión” para profundizar el impacto económico y operacional sobre Moscú, con el objetivo de reducir sus ingresos e impedir la continuidad de los ataques contra civiles ucranianos.

Con este anuncio, Ottawa lleva ya sancionados a más de 2.400 ciudadanos y entes rusos desde el inicio de la invasión, de acuerdo con datos oficiales.

El primer ministro británico, Keir Starmer, celebró la decisión y aseguró que su administración también pretende reforzar la presión económica sobre Moscú con el fin de modificar la dinámica del conflicto.

“Estas sanciones impactan directamente en el núcleo de la maquinaria bélica de Putin, limitando su capacidad para prolongar la guerra en Ucrania”, declaró.