Ante la incapacidad del Gobierno de proveer combustibles al mercado nacional, debido a la iliquidez de dólares que registra, ahora optó por aplicar más restricciones a la venta de combustibles y controles a los compradores.
Fuente: El Diario
Empezaron con los productos, tras aplicar la intervención a comercios e incautar la mercadería y obligar a vender al comerciante al precio oficial del gobierno. Según los economistas y analistas, ya empezó a endurecer la aplicación de la receta venezolana y cubana.
El Gobierno puso en marcha muchas acciones, a través de decretos, para controlar los precios, vetar exportaciones, poner cupos, racionar la compra de productos y combustibles; así como intervenciones y decomisos.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Venezuela y Cuba comenzaron igual que Bolivia, con problemas económicos, políticos y sociales, ambos gobiernos no hicieron nada, siguieron adelante con la implementación de su modelo político y socialista de izquierda, y ahora se encuentran en una situación crítica, de acuerdo con la percepción del economista Fernando Romero.
Ante las largas filas en las estaciones de servicio para cargar combustible, el economista Antonio Saravia escribió en su cuenta @tufisaravia: “Nos cubanizamos en pleno invierno. El MAS no tiene perdón. Los sátrapas que destrozaron el país se van este año. Pero, ojo, no se irán sin rendir cuentas”.
Mientras tanto, otras regiones ponen los ojos en Bolivia, pues amenaza la seguridad de los países que lo rodean por su inestabilidad política, crisis económica, corrupción y la presencia de grupos terroristas, así como carteles del narcotráfico.
“Bolivia se ha convertido en un ‘Estado fallido’: pérdida del monopolio de la violencia, colapso institucional, corrupción rampante, una economía informal cada vez más dominante, multiplicación de conflictos internos sin resolver y presencia de actores no estatales poderosos, sobre todo grupos que integran redes globales de narcoterrorismo. La Argentina debe prepararse para lo peor: si su vecino colapsa, el impacto no va a detenerse en su frontera”, alerta el experto en seguridad regional Sergio Berensztein, cuya nota se publicó en la digital de La Nación de Argentina.
Romero recuerda que países industrializados y ricos como Venezuela y Argentina, tuvieron serios problemas macroeconómicos y políticos, con pérdida de la democracia y el Estado de Derecho.
Si el país está pasando esa situación, debería hacer caso las recomendaciones de organismos internacionales y de analistas económicos para evitar que Bolivia vaya por ese camino y no caiga en esa situación, reflexionó.
El analista económico Joshua Bellott, en medios de comunicación, sostuvo que el Gobierno socialista pasa la factura a la población por sus políticas erróneas, que afectan a las familias más vulnerables.
Cambio
Romero dijo estamos en camino, pero debemos salir del mismo y cambiar de modelo económico y político, de lo contrario la pobreza y el desempleo se incrementarán.
Bellott indica que el Gobierno al no cambiar de modelo económico transfiere la crisis y el peso de los problemas a todas las familias bolivianas.
El economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, va también por el cambio de modelo económico para no llegar a las crisis profundas que enfrentan Venezuela y Cuba.
“Estamos en proceso, ya estamos entrando, como habrían entrado en esta primera etapa ambos países, pero por ahora hay una diferencia abismal, ya que esas naciones enfrentan una crisis muy profunda”, advirtió Bernal.
Sin embargo, hay algunas similitudes en algunos aspectos entre Venezuela y Bolivia. Explica que el primero es dependiente del petróleo, en casi 90% para la obtención de recursos y el segundo con el gas, ambos tuvieron problemas por los cambios de los precios de las materias primas en el mercado internacional y cayeron sus ingresos.
Bolivia no tiene reservas de gas por falta de exploración. En el caso de las intervenciones, también hay similitudes, como el subsidio a la gasolina, servicios y alimentos; ambos tienen déficits fiscales, a pesar de la bonanza económica que registraron, despilfarraron los recursos en políticas populistas; también hay gasto fiscal y los dos países disminuyeron sus reservas internas.
Decreto
Hace unos días, el Gobierno promulgó el decreto supremo 5400 que tiene el objetivo de administrar el carguío de combustibles de diésel, gasolina y Gas Natural Vehicular (GNV), con el argumento de garantizar el aprovechamiento eficiente, responsable y planificado de los hidrocarburos conforme a la política nacional.
El decreto establece parámetros de consumo y comercialización de diésel y gasolina que será reglamentada por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH). Indica que los vehículos habilitados para el consumo de gas natural pueden adquirir gasolina sin mezcla de aditivos a precio subvencionado, en un volumen a ser establecido por la entidad reguladora, y de pasar el cupo, podrá adquirirlo nuevamente, pero a precio internacional.
Al respecto, la gerente general de Asociación de Surtidores de Santa Cruz (Asosur), Susy Dorado, informó a los medios que la ANH parametrizará el volumen que deben adquirir los vehículos, por día o semana.
Las redes estallan por lo que sucede en el país, al determinar el Gobierno la cantidad de productos que debe comprar el ciudadano, pero las autoridades culpan a los empresarios y comerciantes, ya debe estar en proceso la aplicación para que te informe el día y la hora para la compra de combustibles.
Solo faltaría la cartilla de compras de alimentos, como en Cuba, que determina cuánto y qué debes comprar.
Intervenciones y decomisos
El Comité Multisectorial lamentó, en un comunicado, que el Gobierno haya legalizado el robo a través de los decomisos y la inseguridad jurídica que enfrenta la propiedad privada con las intervenciones, con el pretexto de evitar el agio y la especulación.
Esas acciones sólo provocan mayor incertidumbre y desincentivo a la inversión, además no hace bajar el precio de los productos, más bien provoca desabastecimiento, ya que no se ataca al principal problema, el déficit fiscal y el gasto público, indicaron.
Bolivia rumbo a Venezuela
El análisis, basado en observaciones de distintos economistas a lo largo de varios años, expone los paralelismos que podrían anticipar un deterioro aún mayor si no se corrige el rumbo de Bolivia que va por el mismo camino de Venezuela.
Las similitudes entre la actual crisis boliviana y el inicio de la crisis venezolana bajo el gobierno de Hugo Chávez, y ahora Maduro, son preocupantes y numerosas.
Modelo económico estatista y dependiente
Venezuela, en el período de Hugo Chávez aplicó un modelo económico basado en el control estatal de sectores claves, expropiaciones y fuerte gasto público financiado por ingresos petroleros.
Bolivia, en la actualidad, sigue un modelo económico similar, con fuerte presencia estatal en sectores estratégicos, subsidios elevados y gasto público sostenido pese a la caída de ingresos por exportaciones y gas.
Desincentivo a la producción
Venezuela aplicó controles de precios que desincentivaron la producción y causaron escasez, así como expropiaron empresas y complejos de producción de alimentos.
Bolivia ha iniciado políticas similares de intervención de precios, especialmente en alimentos, lo cual empieza afectar a la producción nacional, con fuerte presencia militar en las fronteras y fuerzas coercitivas en las ciudades.
Pérdida de confianza en la moneda
En Venezuela, la inflación, controles y escasez, causaron una rápida devaluación y dolarización informal. Hoy la moneda venezolana perdió su poder adquisitivo y la gente ya redujo sus compras.
En el país comienza a verse un desplazamiento hacia el dólar en el ahorro y comercio, ante la desconfianza en la estabilidad del boliviano. La moneda boliviana ya perdió terreno con sus similares de los países vecinos.
Expansión del aparato estatal
En Venezuela, el Estado creció desmedidamente, generando burocracia y baja eficiencia; Bolivia con las empresas estatales, presenta exceso de personal, operan con pérdidas y drenan recursos públicos.
Por ejemplo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) que tiene personal numerario sin resultados en la reposición de reservas de gas y petróleo, pese a los ingresos extraordinarios que ingresaron al país por la venta de gas a Argentina y Brasil. También están las empresas mineras.
Fuente: El Diario