«En este día del 12 de junio, 90 aniversario donde conmemoramos la paz del Chaco, no es tanto la guerra en sí lo que celebramos en este día, sino más bien su final, la paz», dijo Santiago Peña.
Fotografía cedida por la Presidencia de Paraguay del mandatario paraguayo, Santiago Peña, durante una ceremonia este jueves, para conmemorar el fin de la guerra con Bolivia. Foto: EFE
Asunción|EFE|
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, destacó este jueves el compromiso de su país y de Bolivia de poner fin, hace 90 años, al conflicto bélico del Chaco y pidió que la guerra de hermanos no vuelva a repetirse «nunca más».
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«En este día del 12 de junio, 90 aniversario donde conmemoramos la paz del Chaco, no es tanto la guerra en sí lo que celebramos en este día, sino más bien su final, la paz», afirmó el gobernante en un discurso desde el Cuartel de la Victoria, una instalación erigida para atender y rendir homenaje a los excombatientes, ubicada en la localidad de San Lorenzo (centro).
Peña aseguró que, aunque no podrán olvidar «la sangre de tantos paraguayos que tiñó el territorio del infierno verde chaqueño», este día quieren recordar «el compromiso de los pueblos hermanos de Paraguay y Bolivia por dejar atrás el enfrentamiento y tender puentes hacia el porvenir».
«Lo que hoy nos convoca es la dignidad de haber podido alcanzar la paz, porque la victoria no solo se alcanza en el campo bélico, sino que también y, sobre todo, se encuentra en el abrazo que sella el final del conflicto y abre la puerta del diálogo y la cooperación entre naciones», añadió el jefe de Estado, quien usando una frase en lengua nativa, pidió: «guerra de hermanos, nunca más».
Comandante recuerda la historia
Al intervenir en el mismo acto, el comandante de la Tercera División de Caballería, el general Víctor Urdapilleta, señaló que la firma del protocolo «llegó en el momento preciso para ambos países», al relatar que sus economías «se encontraban devastadas y las poblaciones habían sufrido pérdidas profundas».
El jefe militar recordó que dos días después de la suscripción del documento, el 14 de junio, «los cañones dejaron de tronar, las ametralladoras cesaron su tableteo de muerte».
«Como si mediara un táctico y común acuerdo, paraguayos y bolivianos cruzaron las trincheras, alambrados de púa y diversos obstáculos de separación anterior para confraternizar y confundirse unos con otros, entre abrazos con los ojos llenos de lágrimas y las voces estremecidas por la emoción y la alegría que no conocía límites en ese instante», añadió Urdapilleta, para quien estos pueblos hermanos «por error e injusticias se agredieron».
En la misma línea, el ministro de Defensa, Óscar González, dijo a periodistas que en esta fecha «se festeja no la guerra, sino la paz, la finalización de esta contienda tan terrible entre dos pueblos hermanos».
«Creo que es inclusive uno de los pocos casos en que al finalizar una contienda los soldados, entre comillas enemigos, se abrazaron. Eso demuestra fehacientemente de que fue una guerra injusta, una guerra a la que fuimos conducidos como pueblos», agregó.
Antecedentes
La Guerra del Chaco, que se libró entre septiembre de 1932 y junio de 1935, causó la muerte de 50.000 bolivianos y 40.000 paraguayos, según los historiadores, que la consideran como el mayor conflicto bélico de Suramérica en el siglo XX.
El 12 de junio de 1935, los dos países firmaron en Buenos Aires el cese de la guerra, si bien el tratado final de paz y límites se rubricó tres años después, el 21 de julio de 1938.