La mayoría de estas personas se dedica al comercio de golosinas en pequeñas canastas o limones u otras frutas de temporada. Recorren las calles para ganar algo de dinero.
Fuente: Unitel
Los migrantes que llegan de Potosí a La Paz para conseguir sustento desafían a las bajas temperaturas que imperan en la urbe. Frente a la Terminal de Buses a diario se instala un grupo personas para pasar la noche sobre la fría acera de cemento.
“Necesitamos cama, colcha, chamarra, todo completo por favor”, señala don Roberto mientras despierta de su descanso a cielo abierto en la avenida Perú de la ciudad de La Paz.
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[Foto Juan Carlos Barrionuevo – UNITEL] / Las personas que duermen en la calle cercana a la Terminal de Buses.
El hombre de 72 años está cubierto con un par de frazadas y plásticos. Su “cama” está formada por cartones viejos y más plástico, la esperanza de “bloquear” el frío que quiebra hasta el alma.
Junto con él hay otros adultos mayores, parejas y viajeros solos. En algunas ocasiones hay familias completas con niños, quienes duermen en el lugar.
La mayoría de estas personas se dedica al comercio de golosinas en pequeñas canastas o limones u otras frutas de temporada. Recorren las calles para ganar algo de dinero.
Los adultos mayores se sientan en algún lugar de la sede de Gobierno para pedir algunas monedas. Así sobreviven.
Los “habitantes” de este lugar piden la Alcaldía de La Paz que habiliten el albergue que cada año se abre en la Terminal de Buses. Por lo menos en ese lugar el frío es menos y hay cobijo y alimentos.
La municipalidad aún no se ha pronunciado sobre este tema.