Los representantes de Washington y Beijing anunciaron que está encaminada la negociación para superar sus diferencias comerciales. Lo pactado debe ser validado por Donald Trump y Xi Jinping
El Secretario del Tesoro de EEUU calificó de “fructíferas” las negociaciones comerciales con China en Londres (REUTERS)
Negociadores de Estados Unidos y China anunciaron el martes que alcanzaron en Londres un acuerdo sobre un “marco general” para superar sus diferencias comerciales, el cual debe ser validado por los presidentes de los dos países.
“Ambas partes han llegado a un acuerdo de principio sobre un marco general (…) y presentarán este marco general a sus respectivos líderes”, declaró a periodistas el represante comercial chino, Li Chenggang. El secretario estadounidense de Comercio, Howard Lutnick, aseguró que el acuerdo permitirá resolver la preocupación de su país por las compras de tierras raras chinas, que consideran demasiado restringidas por Beijing.
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Más temprano, Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos, había calificado las conversaciones comerciales con China como productivas y adelantó que continuarán el miércoles.
“Hemos tenido dos días de conversaciones fructíferas. Están en curso. Mis colegas, el secretario (de Comercio, Howard) Lutnick y el (enviado comercial, Jamieson) Greer, van a continuar lo que sea necesario con la delegación china. (Yo) tengo que volver a Washington para declarar mañana ante el Congreso”, dijo al término de la ronda de diálogos de esta jornada.
Por su parte, Lutnick también había expresado su optimismo acerca del desarrollo de las negociaciones, confirmando que las conversaciones con los funcionarios chinos se desarrollaban de manera positiva.
Howard Lutnick. REUTERS/Toby Melville
Desde este lunes, Lancaster House, una elegante mansión cercana al Palacio de Buckingham, es escenario de una nueva cumbre entre Estados Unidos y China, que buscan recomponer el vínculo diplomático y encontrar una solución pacífica a la cuestión arancelaria.
La delegación china está encabezada por el viceprimer ministro, He Lifeng; el ministro de comercio, Wang Wentao; y el negociador comercial, Li Chenggang, mientras que la Casa Blanca envió a Lutnick, Bessent y Greer.
El lunes por la noche, el presidente Donald Trump señaló que “nos está yendo bien con China” pese a que “China no es fácil”, aunque no brindó mayores detalles de los contactos.
Desde que Trump asumió la presidencia, las tensiones han escalado entre Washington y Beijing, comenzando una guerra comercial que elevó significativamente los aranceles de ambos lados.
Un acuerdo de Ginebra el mes pasado logró reducir los aranceles estadounidenses sobre productos chinos del 145% al 30%, y las medidas de represalia chinas del 125% al 10% por un período de 90 días, lo que pareció restablecer la calma.
No obstante, Trump afirmó poco después que China había “violado totalmente” este acuerdo y, con ello, reavivó las amenazas de una nueva escalada y una recesión global.
Es por ello que un nuevo encuentro cara a cara se volvió inevitable, así como también una llamada entre Trump y su par, Xi Jinping, para destrabar algunos aspectos, en primera persona.
Previo a esta cumbre, Xi y Trump hablaron por teléfono (REUTERS)
La agenda actual incluye un abanico de temas clave, entre ellos los semiconductores avanzados, las visas para estudiantes chinos en Estados Unidos y los minerales de tierras raras fundamentales para diversas industrias.
China es el mayor productor mundial de tierras raras y ha sugerido que podría aliviar las restricciones de exportación que impuso en abril, una situación que había generado alarma entre los fabricantes de automóviles globales. Del lado estadounidense, se espera que se levanten las restricciones sobre el acceso chino a tecnología avanzada de semiconductores.
El principal asesor económico de Trump, Kevin Hassett, expresó el lunes en CNBC su expectativa de un “apretón de manos grande y fuerte” al término de las conversaciones. De hecho, aseguró que durante las discusiones de Ginebra se había pautado ya una reducción en los aranceles sobre las tierras raras y que China había accedido a liberar minerales necesarios para la economía, lo que daría esperanzas de una imagen tal.
Sin embargo, comentó que el ritmo al que se estaban liberando estos suministros era “más lento de lo que algunas empresas consideraban óptimo”.
En tanto se desarrollan los contactos, los mercados de valores permanecen cautelosos, mientras los inversores aguardan señales de estabilidad.
Kathleen Brooks, directora de investigación de XTB, señaló: “Los inversores están dispuestos a aferrarse a cualquier titular comercial positivo en este momento, ya que esto mantiene vivas las esperanzas de un repunte”.
Las tensiones arancelarias ya han dejado su huella, con las exportaciones chinas hacia Estados Unidos cayendo en un 35% en mayo.
Dentro de este contexto, Trump enfatizó su deseo de “abrir China” a los productos estadounidenses, afirmando desde la Casa Blanca: “Si no abrimos China, tal vez no hagamos nada. Pero queremos abrir China”.
Por su parte, Xi Jinping también busca alianzas con otros socios comerciales, como Japón y Corea del Sur, para enfrentar los aranceles de Trump.
(Con información de AFP y Reuters)
Fuente: infobae.com