Pandemia, antivacunas y dejadez aumentan la población susceptible a enfermedades que ya estaban controladas


Sarampión, coqueluche y meningitis. En Bolivia, la aplicación de vacunas en niños y niñas menores de dos años disminuyó un 25,74 % entre 2018 y 2024. El Sedes Santa Cruz advierte que cerca de 100.000 niños no recibieron la dosis contra el sarampión.

El sarampión puede ser prevenido con dos dosis gratuitas. Foto: Ministerio de Salud
El sarampión puede ser prevenido con dos dosis gratuitas. Foto: Ministerio de Salud

 

Fuente: Visión 360
Por Leny Chuquimia

La pandemia, el auge de los grupos antivacunas, el descuido de la población y, por tanto, la baja cobertura de vacunación en niños y niñas, han provocado la reaparición de enfermedades que ya estaban controladas. La población “susceptible” por falta de inmunidad va en aumento, lo que ha derivado en nuevos casos de sarampión, coqueluche y, en menor medida, meningitis.



“Lo primero que tenemos que mencionar es que hemos tenido una disminución en las coberturas (de vacunación). Producto de la Covid-19, hemos tenido una gran baja. Además de esto, los padres no están  llevando a vacunar a sus niños. Por ejemplo, el virus del sarampión no ha desaparecido del mundo, sigue circulando, y si los niños o niñas no están vacunados, hay un riesgo de transmisión”, explicó el viceministro de Promoción Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, Max Enríquez Nava.

De acuerdo con una revisión de los datos del Sistema Nacional de Información en Salud y Vigilancia Epidemiológica (SNIS-VE), entre 2018 y 2024 la aplicación de vacunas a niños y niñas menores de dos años disminuyó en un 25,74%. Cada año, esta cifra continúa reduciéndose.

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“Este es el aspecto que más  nos preocupa. Tenemos un cúmulo de población susceptible, niños y niñas que no recibieron una o las dos dosis de vacunación, lo que los pone en un riesgo importante para el departamento y el país. Tenemos cerca de 100 mil niños que no han recibido su primera o segunda dosis de vacunación (para el sarampión)”, explicó el jefe de Epidemiología del SEDES Santa Cruz, Dorian Jiménez.

Por la cantidad de personas y los países vecinos, Santa Cruz es uno de los departamentos donde  se presentan brotes importantes. En 2023 —año en que se registró el mayor brote de coqueluche en el país— cerca del 90% de los casos se concentraron en este departamento.

Ahora, hasta el momento (viernes 20 de junio de 2025), se registraron 43 casos confirmados de sarampión en dicha región y uno en El Alto, La Paz.

“Tenemos varios problemas porque la gente no está asistiendo a los centros de vacunación. Pedimos a todos los padres que tengan niños, hasta los cinco años que no tengan el esquema completo, que acudan al centro de salud más cercano. Asimismo, si hay alguien en la familia con algún tipo de síntoma, acuda a recibir atención médica, no se automedique”, sostuvo el director del Sedes Santa Cruz, Jaime Bilbao.

Cada vez menos aplicaciones

En los últimos siete años, la cantidad de dosis aplicadas, del esquema nacional de vacunación, para niñas y niños de cero a dos años, disminuyó en un 25,74%. Mientras que en 2018 se aplicaron 3,7 millones de dosis, en 2024 se administraron 2,7 millones.

En Bolivia, el esquema de vacunación para los niños y niñas, desde los cero hasta los dos años de edad contempla ocho vacunas divididas en 21 dosis. Entre ellas se encuentra la BCG (que previenen formas graves de tuberculosis), la pentavalente (difteria, tétanos, coqueluche, hepatitis B, neumonías y meningitis), la antipolio, la antineumocócica, anti-rotavirus, anti-influenza, SRP (sarampión, rubeola y paperas) y antiamaríllica.

Hasta el 2018, si bien ya se veía alguna disminución, había una cobertura mucho más alta que la actual. Fue desde el último trimestre de 2019 que empezó una baja más notoria  debido a diferentes problemas. El primer escollo se registró durante los conflictos poselectorales.

Brigadas del Sedes llegaron a distintas comunidades para completar el esquema de vacunación.    Foto: Sedes Santa Cruz 

 

Meses después, en 2020, llegó la pandemia por la Covid-19. Por la emergencia, las restricciones y la saturación del sistema de salud, varios establecimientos dejaron de aplicar el esquema de vacunación, lo que afectó a las coberturas.

Ese año se aplicaron 3,2 millones de dosis;  2,3 millones se colocaron a pequeños de hasta un año de edad y 919 mil a los niños de uno a dos años. En este último grupo, según datos del PAI, la cobertura de la primera dosis de la vacuna SRP en 2018 fue de 89%, en 2019 fue de 82% y en 2020 se llegó al 58%. La baja es alarmante.

La pandemia y las crisis, económica, política y social, que vinieron con ella, generaron un caldo de cultivo para que los  grupos antivacunas logren instalar su discurso contra todo el esquema. Estos grupos, hasta hoy, administran cuentas de Facebook, desde diferentes sitios, para difundir seminarios y manifiestos.

Entre 2020 y 2021 se reportaron tres casos de sarampión y uno de rubeola, luego de años de tener ambas enfermedades controladas. Para finales de 2022, cuando se llegó a la cifra más baja de vacunas aplicadas (2,5 millones), se sumó un gran brote de coqueluche con más de 100 casos positivos, la mayoría se encontraban en Santa Cruz.

Aunque para 2023 se trató de recuperar la cobertura de inmunización con distintas campañas, los resultados aún no fueron suficientes. Según el SNIS-VE, el año cerró con 2,9 millones de dosis aplicadas, casi un millón menos de las administradas en 2018.

Socialización sobre prevención del sarampión con directores distritales de Educación en Santa Cruz.  Foto: DDESC

 

La coqueluche ese año llegó a los 827 casos confirmados en todo el país. En el primer semestre se registraron siete muertes.

“Varios países han presentado casos de sarampión. Hay países como los Estados Unidos, Canadá y otros cercanos donde circula el virus y nos pone en alerta a nosotros. Producto de eso es que ahora tenemos casos positivos y así seguirá sucediendo mientras tengamos bajas coberturas”, manifestó Enríquez.

Añadió que mientras la cobertura no mejore se irán presentando otras enfermedades que ya teníamos controladas, como el sarampión. “Es después de varios años que nos toca un brote epidemiológico de esta naturaleza. También hemos tenido un brote de tosferina (coqueluche). Mientras circulen los virus y bacterias y no hayamos cubierto a todos los niños y niñas vamos a tener este y otro tipo de brotes”, advirtió.

El descuido

Las causantes no son solo los grupos antivacunas o la pandemia, también hay descuido de los padres. Muchos progenitores no llevan a sus pequeños a los centros médicos para cumplir su esquema de vacunación.

Una muestra es que, por ejemplo en el caso del sarampión, varios niños y niñas recibieron la primera dosis, pero no así la segunda. En otros casos, al olvidarse o no acudir al centro médico en el tiempo programado, los padres dejan de cumplir con el resto del esquema dejando las vacunas incompletas.

Uno de los argumentos, producto de la desinformación, es que las segundas, terceras o cuartas dosis son de refuerzo. Algo que no es cierto, pues sin ellas la vacuna no está completa.

“Hay vacunas para proteger a estas poblaciones y los niños deben estar  protegidos con todas las dosis. No hay dosis de refuerzo, todas son necesarias. En el sarampión son dos dosis y cuando se tiene ambas, recién se protege y se crea la inmunidad. Si recibe solo una, el esquema está incompleto y eso le pone en riesgo, en cualquier momento podría tener la enfermedad”, explicó Enríquez.

En Santa Cruz, según indicó Jiménez, son cerca de 100 mil niños los que no han recibido su primera o segunda dosis. “Por eso estamos haciendo un esfuerzo  mayúsculo. Los servicios de salud están abriendo hasta fines de semana, 24 horas, para que la población pueda encontrar la vacuna; es gratuita y accesible, ni siquiera deben ir muchas veces, solo necesitan las dos dosis”.

Pero el sarampión no es la única enfermedad que podría evitarse. En 2024, Bolivia registró 20 casos de meningitis, causando alerta en la población, por ser una enfermedad que se presenta de manera poco frecuente. La ministra de Salud, María Renée Castro, recordó que las vacunas del esquema también previenen estos casos.

Ante los casos de sarampión, en El Alto se realiza una campaña de vacunación casa por casa.   Foto: GAMEA

 

“Es importante verificar el esquema de vacunación de nuestros hijos y que cuenten con todas las vacunas en sus tiempos correctos”, dijo la autoridad en salud en contacto con los medios de comunicación.

Explicó que enfermedades como la Haemophilus Influenzae, meningitis, neumonías o el estreptococo Pneumoniae, que causa también meningitis neumocócica, pueden ser evitadas con la inmunización.

“Dentro de todas las enfermedades que podemos prevenir, más de 20 enfermedades con el Esquema del Programa Ampliado de Inmunización, podemos cubrir contra el estreptococo y una bacteria que es importante, que en el mundo es de la mayor responsabilidad de casos de meningitis, el Haemophilus Influenzae, que está cubierto por nuestro esquema de vacunación”, afirmó.

Paciente cero de sarampión

El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas, mucho más que la covid. Jiménez explica que por cada persona enferma hay otras 18 contagiadas. El virus puede permanecer unas dos horas suspendido en el aire y llegar hasta seis metros cuando el paciente tose.

La presencia de una persona enferma en un evento masivo sería caldo de cultivo para un contagio seguro. Y eso es lo que se cree que pasó en Bolivia.

Del 9 al 11 de mayo y del 23 al 25 de mayo, la Fexpocruz (Campo Ferial de Santa Cruz) fue la sede de dos congresos religiosos de gran magnitud. Los eventos tuvieron más de 19 mil participantes, con delegaciones de al menos 17 países. Se estima que fue en medio de este gran evento que el paciente cero ingresó al país y contagió a la primera persona enferma local, empezando una cadena que ya ha llegado a los 44 casos positivos.

“Hubo una reunión muy importante en Santa Cruz. Desde abril de este año teníamos una alerta epidemiológica de más de cinco mil casos en diferentes países. Tenemos la hipótesis de que pudo ser como entró al país”, explicó Enríquez.

El primer caso confirmado se dio en abril, en Santa Cruz, en el que el paciente era un bebé. El caso fue considerado como importado, pues el pequeño ingresó ya enfermo desde Brasil.

El segundo caso confirmado fue reportado el 2 de junio,  también en Santa Cruz, con este llegaron el resto de registros. La paciente, es una joven de 22 años que asistió al evento religioso y no contaba con la vacuna.

Otro de los reportes importantes es el de una familia del municipio cruceño de Cabezas. Allí una familia de menonitas, de seis integrantes, dio positivo a la enfermedad. Ninguno estaba vacunado. Al situación de este grupo poblacional es preocupante, por su estatus en el país no estan obligados a cumplir con el esquema de vacunación y ellos no optan por la inmunización.

Los casos, que ya son de conocimiento internacional, ya han generado reacciones necesarias. Al menos en Perú y Panamá los ministerios de Salud ya emitieron una alerta epidemiológica para quienes estuvieron en este evento religioso celebrado en Santa Cruz.

Los antivacunas y su peligroso llamado a la “rebelión”

El colapso de los sistemas sanitarios durante la pandemia no fue el único problema para la cobertura de las vacunas. En medio de la crisis,  los grupos antivacunas crecieron a pasos agigantados. En Bolivia, si bien fueron más visibles durante ese periodo, aún están presentes.

“Si amas a tu hijo no lo vacunes”, es uno de los mensajes que AUR (Acción Umanista Revolucionaria), una de las agrupaciones antivacunas con presencia en varios municipios del país, difunde mediante sus redes sociales y en eventos públicos.

El pasado domingo 15 de junio, en la zona de Senkata de El Alto, miembros de AUR realizaron una especie de mitin. Con la ayuda de un megáfono se dirigieron a la población.

Uno de los grupos antivacunas en El Alto.  Foto: Captura Video  

 

“Estamos en Senkata. Somos Acción Umanista Revolucionaria, fundada por el doctor Fran Santa Cruz Torrez. Estamos informando no solo en El Alto, La Paz o Bolivia, sino en toda nuestra patria, el mundo; que las vacunas están haciendo mucho daño, que los barbijos ya han cobrado sus víctimas”, señalaron en medio de una de las principales ferias de la zona.

Llevaban un cartel en el que explican que la Covid no existe, que las vacunas envenenan el cuerpo de los niños y niñas, y que todas las enfermedades son parte de “un plan de dominación mundial”, por medio de una “reducción de la población”.

“Lastimosamente mucha gente cree en los grupos antivacunas. A partir  de la covid hemos tenido una reducción aun más importante de la vacunación; recordarán que entonces había mucha desinformación, algunas cosas eran hasta fantasiosas”, señaló el jefe de Epidemiología de Santa Cruz, Dorian Jiménez.

La autoridad en Salud manifestó que la población debe estar tranquila pues la vacuna, que es parte del esquema nacional, es segura y certificada por la OMS. “Y por todos los grupos de expertos a nivel mundial. Lo que hacen las vacunas es darnos inmunidad, para proteger a nuestros hijos”.

Neumonía, encefalitis y muerte; daños que pueden prevenirse

Bibliografía de la OPS señala que el sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños. Además de los síntomas comunes, como fiebre alta, rinorrea, tos, ojos rojos, pequeñas manchas blancas en la cara interna de las mejillas y erupción, puede presentar otras manifestaciones severas.

Entre las complicaciones están diarrea intensa, infecciones de oído, ceguera, neumonía y encefalitis (inflamación del cerebro). Algunas pueden llevar a la muerte.

La vacuna es gratuita y segura.    Foto: GAMEA

 

“Lo peligroso de esta enfermedad,  son las complicaciones. Estas son terribles, pueden provocar una encefalitis, que es un problema a nivel del sistema nervioso central, o una neumonía  que puede llevar al paciente a terapia intensiva. Una complicación mayor puede ser la muerte”, manifestó el jefe de la Unidad de Epidemiología e Investigación del Sedes La Paz, Javier Mamani.

A nivel mundial, el sarampión sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, pese a que existe una vacuna para prevenirla. No hay ningún tratamiento antiviral específico contra el virus que provoca esta enfermedad.

Los casos graves son especialmente frecuentes en niños pequeños malnutridos, y sobre todo en los que su sistema inmunitario está debilitado. En poblaciones con altos niveles de malnutrición y falta de atención sanitaria adecuada, el sarampión puede llegar a matar al 10% de los casos.

“Pero todo esto se puede prevenir a través de  de una vacun simple, la SRP (Sarampión, Rubeola, Parotiditis) que  se coloca entre los 12 y los 23 meses. Posteriormente a esa edad se puede aplicar la SR (Sarampión y Rubeola)”, explicó Mamani.