Con propuestas distintas, pero con diagnóstico común, los tres candidatos coincidieron en un punto central: el modelo masista no da para más y el próximo presidente deberá asumir el costo político de desmantelarlo.
El debate presidencial televisado por Unitel dejó un mensaje nítido de los tres candidatos presentes, el cual es, la crisis económica que atraviesa Bolivia es consecuencia directa de un modelo estatal “gastador y corrupto” implementado en los últimos 20 años de Gobierno del MAS.
Jorge Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina y Manfred Reyes Villa coincidieron en señalar que el despilfarro sistemático de los gobiernos masistas ha vaciado las reservas, ahuyentado la inversión y generado la inflación que hoy golpea el bolsillo de las familias bolivianas.
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Tuto fue el más categórico al responsabilizar la “gastadera y robadera” de la debacle económica. Propuso un “candado legal” al Banco Central para evitar que se siga financiando al Ejecutivo con emisión monetaria. Samuel, por su parte, prometió cortar “la fiesta de los políticos” en sus primeros 100 días de gobierno y eliminar subsidios improductivos. Manfred rechazó tanto al FMI como al endeudamiento y ofreció como alternativa la venta anticipada de litio por 10 mil millones de dólares.
Con propuestas distintas, pero con diagnóstico común, los tres candidatos coincidieron en un punto central: el modelo masista no da para más y el próximo presidente deberá asumir el costo político de desmantelarlo.