A 36 días de elecciones, el ex delfín de Morales no logra convencer ni a él ni a sus votantes de que es la mejor opción
Fuente: El País.bo
A 36 días de las elecciones Evo Morales y sus seguidores han firmado un documento que declara a Andrónico Rodríguez como “el mayor traidor del siglo XXI”. El asunto es severo, pues no solo adelanta a muchos ex – aliados que en algún momento decidieron hacerse a un lado provocando la ira en la cúpula del MAS, sino que también supone ponerlo por encima de Luis Arce o Eduardo del Castillo, que hasta el momento eran los más defenestrados.
Para algunos puede ser solo un pasito más en la escalada verbal de los últimos meses, pero lo cierto es que hace fracasar la principal estrategia de Alianza Popular (AP) que consistía, simple y llanamente, en seducir a los seguidores de Evo Morales de votar por su hijo pródigo.
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Lo fácil hubiera sido convencer al propio Morales de que le endosara el voto, pero cuanto más se evidencia la necesidad, más se enroca. En algún momento pareció estrategia, disimulo, un plan para despistar a todos y permitir que AP llegara hasta el final sin contratiempos… pero lo grueso de los sustantivos lo hace complicado: el mayor traidor del siglo XXI.
Tanto Andrónico como su compañera de fórmula, Mariana Prado, ensayaron varios movimientos para tratar de conciliar con Morales. “Contra Evo, nada”, dijo Mariana, subiendo un nivel en las habituales referencias de Andrónico al rol histórico de su mentor. El camino sigue siendo infructuoso: Andrónico puede perder hoy incluso el tercer lugar en las encuestas.
Esta semana ha trascendido que el estratega principal de Rodríguez es Antoni Gutiérrez Rubí, un catalán autor de algunas “gestas complicadas” en el continente, como devolver al poder al kirchnerismo con Alberto Fernández o colar al primer presidente de izquierda de Colombia, Gustavo Petro, en una segunda vuelta donde tenía todo para perder.
Por lo general Gutiérrez Rubí recomienda hablar más del futuro que del pasado, y probablemente no quiera que las entrevistas de Prado y Andrónico sigan versando sobre Evo Morales, menos ahora. Pero necesitan dar una respuesta específica a esta “afrenta”.
Por lo general sus campañas también ponen acentos en lo colectivo, y no tanto en lo que hay que proteger, sino en lo que hay que construir. Andrónico y Prado ya han asumido algunas críticas al modelo y han apostado por una actualización profunda. Aun así, les hace falta concretar la propuesta y mejorar mucho la puesta en escena.
Eduardo del Castillo, del MAS arcista, viene tomando ventaja respecto a Andrónico Rodríguez, más ahora que ambos se han igualado en el desprecio de Evo Morales hacia ellos. Mientras Rodríguez ha eludido los debates y le cuesta diferenciar su propuesta, Del Castillo hila bien su relato, identifica los “puntos de bifurcación” ligándolos a la actitud de Morales y convoca a las grandes mayorías a retomar el protagonismo perdido – en lo que es una velada crítica a Arce – . Del Castillo además explica mejor por qué no ha detenido a Morales de lo que Rodríguez explica qué haría en el corto plazo al respecto.
Claro, la imagen de Del Castillo no genera confianza entre las clases populares del masismo cultural y se supone que la de Andrónico Rodríguez sí, en cualquier caso, la batalla en las redes por la gente más joven, que ningún sociólogo se atreve a caracterizar tiene otros mitos como Milei o Dunn y todo el libertarismo ideológico – dinero rápido, valorización individual, sálvese quien pueda – que además entronca con los valores occidentales.
El asunto central de la campaña es la crisis económica y su superación, un asunto intrínsecamente ligado a la “lucha de clases” que se supone Andrónico domina teóricamente mejor que su mentor, y en la línea de los tiempos, no es “quién saca a Bolivia de la crisis” sino “quién me saca a mí y a los míos”.
Los estrategas y operadores han fijado una hoja de ruta:
Primero, establecer una respuesta unívoca a Evo Morales y llevarla hasta el final, sea desde el humor o la ironía, desde el pedido de jubilación o convocando a la rebelión interna para mantener/recuperar el poder, pero seguir en silencio ante las constantes arremetidas le quitan cualquier autoridad y legitimidad en su aspiración presidencial.
Segundo, dar la batalla entre las clases medias: Mariana Prado tiene una sólida formación técnica y conoce al dedillo el manejo del Estado. Además tiene colmillo. Mantenerla en la posición de elemento decorativo para sintonizar con una clase media aspiracional es una torpeza. La mayoría opina que debe salir al ataque, confrontar los planes económicos del resto de candidatos basados en el endeudamiento externo y la receta liberal y recordar explícitamente los pilares de la propuesta.
Y tercero, dejar de basar la propuesta en la renovación pura y simple, pues más bien se viene equiparando con inexperiencia. Andrónico debe sumar más cuadros de peso y definir algunos equipos de gestión que le den un plus de solidez de gobierno, pues ahora mismo se ve blandito.
Andrónico Rodríguez se lanzó como candidato convocando a la unidad de la izquierda y asumiendo los riesgos de romper con Morales, pero de momento no le está surtiendo. El tiempo se agota.
Fuente: El País.bo