Elecciones 2025: 4 analistas coinciden en el fin de un ciclo y la necesidad de construir nuevas hegemonías políticas


La tertulia política se realizó en “Buenas ideas”, el programa televisivo de Canal 11 Televisión Universitaria, conducido por Daniel Valverde, docente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, el martes 22 de julio de 2025, sobre el panorama electoral a 25 días de las elecciones generales en Bolivia.

Fuente: https://ideastextuales.com



En un escenario de mucha improvisación, dispersión política e incertidumbre, el investigador social y experto en estudio de encuestas, José Luis Gálvez, el politólogo y especialista en redes sociales, Cristian Céspedes; Emilio Rodas, analista político y Gabriela Ichaso, periodista, abogada y directora del sitio informativo digital, Ideas Textuales, conversaron sobre los temas planteados por Valverde.

José Luis Gálvez hizo una primera aproximación a los datos, afirmando que estamos en un proceso electoral de fin de ciclo político, no necesariamente del comienzo de uno nuevo.

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“Hay una fuerte percepción de situación de crisis, crisis múltiple, con un fuerte acento económico, tanto así que el 96% del total de los votantes consideran que vamos en la dirección incorrecta en este momento; 98%, casi la totalidad expresa que está peor que el año anterior y todo eso configura, con otros indicadores adicionales, un humor social muy recargado, muy sensibilizado, donde hay un fuerte cuestionamiento al sistema político, al sistema de representación política, al sistema partidario y a los líderes, que hoy por hoy también pugnan por el voto popular.

Y eso hace que también la gente tenga que elegir entre candidatos que tienen muy baja simpatía, muy alta antipatía, poca favorabilidad, pero de manera también muy clara, es una elección diferente porque están mirando en otra dirección. Ya no está la gente mirando hacia el lado del MAS para encontrar las respuestas a los problemas que hoy por hoy confronta. Eso es relevante, lo que no es necesariamente una pérdida de hegemonía política sino una señal de que el que viene será un gobierno de transición”.

Gálvez avizora dos grandes pulsiones que definen el proceso electoral. Una es la razón de sentido, como se llama en marketing político, quién puede resolver los problemas que tenemos. “Y sobre eso han centrado el debate los principales actores que figuran en las encuestas.

Hay otra pulsión que todavía está sin respuesta, que tiene que ver con quién va a hacer los cambios profundos que se necesitan”. Lo que muestra una demanda de cambio muy importante”.  Agrega que el 89% los votantes demanda un cambio transversal, que no solamente va a lo económico, sino que también va a lo político, a lo social.

“Lo que vemos es que hay un entorno competitivo entre los primeros que figuran en las encuestas que publican todos los medios, que no vienen del mundo que hasta ahora tenía la hegemonía política. Todo parece indicar que vamos a tener una segunda vuelta. Hasta ahora pareciera ser que los dos que disputan el liderazgo pudieran estar en ese escenario”.

Acerca de lo qué está pasando con los líderes de izquierda y qué probabilidades tendrían para pasar a una segunda vuelta, Gálvez subraya que transmite lo que se marca en la data.

“Existe la posibilidad de que tengamos una primera elección que se define en un balotaje o segunda vuelta, y en esa segunda vuelta no esté presente un actor que sea parte del MAS o venga de ese entorno en específico. Creo que eso configura algo muy particular, una elección distinta a la del 2020, a la del 2019, a la del 2014. Hay muchas preguntas todavía que se resolverán el 17 de agosto y luego, cuando se dé la segunda vuelta”.

Consultado Emilio Rodas sobre si estaríamos en un fin de ciclo y si hay posibilidades de un nuevo proyecto hegemónico en el sentido de que pueda articular, alinear a la sociedad en los próximos años, el analista coincidió en que hay un agotamiento histórico del ciclo político que se inauguró en 2005. “Ese ciclo era una respuesta a un neoliberalismo que se había agotado también. El neoliberalismo impuso un régimen de explotación de la riqueza que no resolvía los problemas”.

Para Rodas se apostó por un régimen de captura de ese excedente en lo público y reasignó, redistribuyó, lo cual se ha agotado. “La generación del excedente hacia el sector privado no ha reemplazado a lo que el Estado ha venido construyendo en los últimos 20 años. Por tanto, el modelo como tal está agotado porque el Estado ya no tiene suficientes recursos. El Estado no está en capacidad de atender, por ejemplo, la demanda de divisas. El Estado no está en condiciones de solventar la importación de insumos para la producción, como es combustible o insumos para la industria, que todos importan en dólares y el único que aporta a la economía los dólares ha sido el Estado en estos últimos 20 años”.

Rodas sostiene que el sector privado no está aportando dólares a la economía, como tal porque los dólares están siendo exportados con la soya, la minería; la carne está en manos del capital transnacional. La minería está en manos de cuatro empresas transnacionales mineras que están capturando todo el excedente minero y lo están exportando. Son ellos los que comercializan.

El agronegocio está en manos de cinco empresas, cuatro de ellas transnacionales. Y el excedente y la disponibilidad de esas divisas se está quedando en el exterior. El 60% de ese mercado que se abrió con gestión estatal con China  y está siendo aprovechado por una empresa transnacional paraguayo-brasilera que ha venido a copar el mercado cruceño, el mercado nacional de la carne, de la exportación”.

Expresa que el sector privado nacional ha quedado como un actor secundario de la economía de la exportación, ni siquiera disfruta ese excedente y que la referencia política de un momento económico hoy está agotada, pero al otro lado no se ha construido nada y estaríamos viviendo un vacío político al otro lado. “Hemos visto que los tres de los cuatro primeros candidatos que hoy están en las peleas son actores de hace 40 años. Tuto, Doria, Manfred, incluso Rodrigo Paz.

Son actores de hace por lo menos 30 años cada uno de ellos. Vienen siendo referentes de ese modelo que se agotó en 2005”.

Para el analista la propuesta de futuro que nos están planteando ahora es un túnel al pasado, con pocas cosas innovadoras que entusiasmen a la gente.

Ese vacío va a generar una prolongación de la crisis política, económica, social, y concuerdo en que va a haber un ciclo de transición hasta que se reconstruyan las nuevas hegemonías o se vayan agregando hegemonías agregadas a partir de nuevas legitimidades, porque la hegemonía no solamente es una fuerza aplastante, se pueden también construir hegemonías con legitimidades agregadas que se puedan sumar, pero todavía es un proceso en construcción.

La pregunta a Gabriela Ichaso fue si podríamos predecir que este próximo gobierno va a ser un gobierno de transición, no exactamente de un nuevo momento político.

“Efectivamente yo veo un futuro gobierno de transición. No precisamente por lo que estén haciendo los candidatos de oposición por lograrlo, sino porque el modelo está agotado, no hay recursos para sostenerlo, eso es lo principal que acaba con el modelo actual o que se tiene desde hace 20 años. Pero hay una cosa de la que poco se habla, que no se quiere reconocer precisamente desde el lado de la oposición, es que el hecho de que esté ausente el líder de los últimos 20 años de ese modelo agotado y es lo que ha dado espacio para que estas candidaturas de oposición tengan estos techos aunque sean tan bajos, o sea, alcancen ese lugar en el que se encuentran”.

Para Ichaso un tema que no se ve en los debates, entre los candidatos de oposición, es que poco se hace referencia a la situación política y social del país. Se hace referencia a lo que uno siente en el día a día, la falta de combustible, la falta de diésel, la falta de dólares para aquellos que trabajan con divisas, principalmente importadores, exportadores y contrabandistas pero no se habla del tema político y social.

“Entonces, sí, el agotamiento de este modelo es en lo económico y en lo político es difuso porque estos cinco años últimos a cargo del actual presidente es él quien está absorbiendo toda esta decadencia y toda esta crisis. Los demás actores del MAS están dejando que la absorba él y se están despegando de ese fracaso por la coyuntura electoral”.

Sin embargo, sostiene que no sabemos cómo va a reorganizarse todo ese espacio político que está ahí en el limbo. no solamente está en las candidaturas inscritas y habilitadas en las facciones del MAS, sino en aquellos que siguen de manera fanática detrás del expresidente. Son temas que están pendientes de ver aún en lo que resta de estos 25 días.

“Me llama la atención que no esté en debate, por ejemplo, el perfil de estas candidaturas del MAS y que a Morena (partido de Eva Copa) no se le pregunte, a Richter aquí en otros paneles, no se le pregunte qué hace inscrito un partido que tiene 300 inhabilitados.

Es decir, ¿cuál es su función en la papeleta? En el caso del MAS, que en todas las encuestas se coincide que está por debajo del 3% y lleva al exministro fuerte de este gobierno como candidato, ¿a dónde apunta? “Tengo la impresión de que va a ser un fin de ciclo, que no va a ser, lamento decirlo, pero intuyo que no va a ser tan simple como aparenta.

Es decir, yo no creo que vayan dos opositores a la segunda vuelta y que de alguna manera todo ese voto oculto, escondido, indeciso, nulo, blanco, que no sabemos por dónde anda, va a definirse finalmente, porque si bien existe un fracaso para nosotros, o de un modelo agotado, no el fracaso, sino el agotamiento de este modelo, no sé si la mayoría de la población lo entiende así.  Percibo, por lo menos cuando converso en el mercado, cuando converso en algunas localidades alejadas de las ciudades, que responsabilizan solo a una persona, no a un modelo.

La gente que es, digamos, de extracción popular, la gente más humilde, no ha tenido la menor vergüenza de poner la foto de Luis Arce en el puesto de mercado donde vende diciendo que si tiene algún reclamo de los precios, la culpa es de él. No ponen al MAS, no ponen a Evo Morales, no ponen a un modelo, no dicen el socialismo es el culpable. Entonces, eso creo que no está siendo visto en lo que va de la elección.

El gobierno que viene, suponiendo que ganara un opositor, efectivamente sí va a ser de transición, a diferencia del gobierno que asumió en el 2019, que no era de transición, porque no lo fue, sino un gobierno de emergencia nacional.

Cristian Céspedes se refirió a los indecisos y a la lectura de que los jóvenes están desencantados, alejados de la política. Afirma que hay un cansancio por lo prolongado que ha sido la pre-campaña en redes y porque la campaña está siendo muy ensuciada, muy tóxica.

“Se reclama mucho, se pide que haya propuestas de parte de los candidatos, pero hay mucho hate (odio). Hay mucho enojo de la gente por la misma coyuntura, por la situación económica, y terminan descargando en la esquina del barrio que son las redes sociales.

Si yo estoy, una o dos horas en mi celular y me aparecen de cada diez videos, ocho de políticos, voy a descargarme. Hay un descontento de la población respecto. no solamente a lo que ofrecen los políticos, sino con la presencia de los políticos”.

Lo peor, señala Céspedes, es que esto tiende a prolongarse porque se vienen las elecciones autonómicas de gobernación y de alcaldía el año que viene. “En cierto punto estuvo Jaime Dunn, que pudo capitalizar el descontento de la gente. Los simpatizantes de Jaime Dunn no eran ni de izquierda, ni de la izquierda popular desencantada, del modelo de Evo Morales y tampoco eran de derecha, o para ser conciso, eran de ambos, de los que ven ese túnel que nos lleva, pero también de los que han visto un modelo desgastado y que no propone, más allá de que haya un cambio generacional entre las dos figuras que en este momento los representan, que es Castillo y que es Andrónico, ambos son figuras que si lo ponemos en términos estrictos son cambios generacionales, pero el discurso no cambia, son lo mismo”.

Céspedes apunta a que más allá de las ideas políticas, los candidatos no logran conectar porque a la gente no le interesa si un candidato a senador se equivocó o no, sino si el día de mañana el sueldo que tienen les va a alcanzar, si la inflación no se va a disparar, dónde van a conseguir los dólares para hacer una compra, si tienen que viajar de emergencia a otro país, si es que tienen que amanecerse o pasar 12 horas en el surtidor para conseguir gasolina.

“Hay poca credibilidad y lo único que están haciendo es saturar la red y cansar al ciudadano. Y ese cansancio se termina desencantando, o sea, se termina traduciendo en comentarios negativos. Entren a las redes de los políticos, van a ver la cantidad de comentarios negativos que hay en todos. Es gente que está cansada. La sobresaturación, porque no son solamente los candidatos presidenciales, los candidatos a vicepresidentes, son también los candidatos de las circunscripciones y los plurinominales”.  Explica que conectar con creatividad no es salir bailando y que los elementos comunicacionales son poco atractivos. Es muy tonta la forma en la que creen que los jóvenes van a conectar con ellos.

Acerca del voto indeciso, Gálvez señala que cuando se pregunta por quién va a votar y te dicen ‘no sé a quién’, es normal que a cierta distancia del día de la elección haya un porcentaje importante que todavía dice, ‘mirá, estoy entendiendo el escenario máximo’; si todavía están en disputa cuáles van a ser los candidatos, si aquel entra o no entra en la papeleta. “La gente está tratando de entender qué es lo que va a pasar para saber qué tiene que decidir. No creo que sea un dato atípico. Conforme se acerca el día de la elección, la gente ya va madurando, se llama cristalizar su decisión y eso va a pasar. No lo veo como un dato alarmante, sino más bien como un indicador concreto de maduración”.

Respecto a la ausencia de Evo Morales y Jaime Dunn como candidatos, fue taxativo:  El voto no se endosa. “Pueden incidir, influir, intentar, pero es difícil que se pueda encomendar que los que te han confiado el voto vayan a hacer lo que ellos le digan con relación a esa decisión. Dunn significó el encuadre discursivo que planteó, despertó altas expectativas porque fue el único actor político que en definitiva apostó totalmente a decir que se requiere un cambio profundo, radical.

Y esa es una demanda no atendida. El 89% del total de los votantes están pidiendo un cambio profundo. No todos entendemos en la misma dimensión, con la misma carga significativa, lo que está en el cambio”. Coincidió con Ichaso, que no necesariamente la gente racionaliza correctamente si el modelo es el problema o el socialismo es el problema: la gente no utiliza esas categorías de análisis, sino los indicadores concretos que le afectan el bolsillo, la salud, el tiempo, el humor, etc.

El cambio no está necesariamente asimilado pero sí el malestar es notorio en las encuestas, como citaba Céspedes, lo que explica el por qué una propuesta de la antipolítica y casi rayando el antisistema, despertaba expectativas interesantes, lo que hasta ahora no está representado en la oferta electoral existente. “De la misma forma”, dice Gálvez, “no necesariamente hay una identificación muy clara con lo que podía representar el evismo.

El evismo, cuando se hace una segmentación del mercado electoral, es el gran componente de lo que era el masismo. con una directa identificación con el expresidente. Y eso tampoco está identificado claramente en la oferta electoral”.

Para Gálvez, la función de cambio está fuerte y latente en la población. “En el caso de Evo Morales es un fenómeno distinto.

Aquí quiero citar otra vez datos. Todos recordarán que en procesos anteriores, a esta distancia o cinco o seis semanas del proceso electoral, Evo Morales solía salir con 40%, hasta 47 por ciento en algún proceso, en 2014 por ejemplo. Hace un año, agosto del año pasado, la misma pregunta marcaba 27%. Y de ahí bajando. En la última encuesta de hace una semana, 6%, 3%. O sea, no necesariamente Evo Morales y el evismo tienen la misma impronta de las elecciones anteriores.

Y es un error interpretar la distribución de las variables residuales o del llamado voto escondido, o voto vergonzante, bajo las premisas del comportamiento anterior, porque éste es otro momento político, otro momento histórico que es muy relevante. Creo que cuando Evo Morales, que está en contrarruta, dice ‘no me reúno’, está golpeando a todos los posibles sucesores suyos. Pero aún si promoviera la unidad, no necesariamente va a tener todo el impacto que hubiera tenido en otros procesos electorales a esta altura de los resultados.

Emilio Rodas sostiene que hay un segmento fidelizado que lo sigue a Evo Morales,  sobre todo el sector rural empobrecido. “La posición de Evo Morales, entiendo que es tratar de preservarse políticamente, es decir, no tomar al final una decisión sobre este proceso electoral. Es una expectativa de preservarse al futuro, sin derrotas electorales, porque lo que puede ocurrir es que se pierda todo ese aura, ese supuesto voto oculto o ese voto fiel que Evo Morales podría endosar a otro candidato, y que al final eso no resulte, que al final termine apoyando a Andrónico y que éste no llegue al 20%”.

Para Rodas el desafío más bien de Andrónico viene a ser el tratar de conquistar de manera externa el voto del evismo, tratar de conquistarlo porque es su única posibilidad.

“En este momento y a estas alturas de la campaña, a 25 días de las elecciones, ya una campaña está en velocidad crucero, alcanzó su máxima potencia, los candidatos están en la máxima intensidad de su desarrollo, de sus estrategias y sus posibilidades, y sin embargo vemos candidaturas que ni siquiera están han terminado de subir la carga en la plataforma del aeropuerto.  Ni siquiera han salido a la pista carretera. Y eso es absurdo. La única posibilidad que tienen es tratar de recuperar un caudal de votos que supuestamente está cautivo en algún lugar y que lo van a tratar de ir pirateando sin lograr un acuerdo político con Evo Morales. Porque no creo que Evo Morales acepte un acuerdo de aquí al día del voto. No va a ocurrir eso. No va a ocurrir precisamente porque tiene una expectativa de autopreservación. Un instinto de sobrevivencia hacia adelante, porque esta no es la última batalla, imagino, que él piensa dar”.

Rodas observa que las candidaturas dirigen su mensaje a un segmento muy urbano, y se olvidan del segmento popular, rural, que también es muy importante en nuestro país.

Ichaso coincide con Céspedes en que los candidatos no logran conectar, pero sin embargo sí tocan los temas que realmente le interesan a la gente y no tiene nada que ver con algo identitario. Tiene que ver con el día a día, es decir, el ingreso, el sueldo, si es que lo tiene, o si la venta del día le va a alcanzar para poder para llegar a fin de mes, para alimentar a la familia, si va a conseguir la moneda de cambio para importar o contrabandear, es decir, si va a tener que, en lugar de estar trabajando ese día en albañilería, estar todo un día haciendo fila para cargar diésel, para llevar los materiales.  “Es la vida diaria lo que preocupa a la gente. Temas identitarios, eso no, yo creo que en este momento la gente no está en eso y es un falso debate en función de un relato impuesto por 20 años de adoctrinamiento”.

Volviendo al candidato inhabilitado Jaime Dunn, Ichaso se refirió a que más allá del personaje, él ingresó un discurso fresco a la política, que está de la moda con el liberalismo recorriendo el mundo o América Latina.  “Dunn lo hizo de una manera pedagógica, su discurso es fácilmente inteligible para todos los nichos etarios y para cualquier sector de la población.  No sé si pegó como para tener una opción de porcentaje en una encuesta que le diera perfil para ser presidencial con opción clara, pero lo que sí, logró romper el panorama político y despertó a mucha gente a pensar de otra manera, a salir de la caja del modelo acabado y a la caja de los mismos de siempre con discursos de la hora electoral. En el tema de Evo Morales, yo no creo tampoco que él vaya a llegar a ningún acuerdo con ninguna de las facciones del MAS; él se está preservando para después de este proceso eleccionario y va a hacer lo que sabe hacer, ¿no? Al margen constitucional”.

Sobre ese tema, algo que me llama la atención. Diego Morales no va a participar, no va a levantar la mano, como se dice de forma llana, no le va a levantar la mano a nadie. ¿Va a tener representación parlamentaria? Eso habría que explorarlo de la vista. ¿Va a tener representación parlamentaria? Porque al final de cuentas es el poder también donde se van a reconfigurar las cosas. Vamos a tener una asamblea legislativa con diferentes fuerzas y nada garantiza ya nuestra experiencia de esta, que está terminando, que el ser parte de esta fuerza no se vaya a fragmentar. Tenemos a la bancada más digna de la historia que terminó fragmentada en tres micro bancadas. El mismo masismo que se fragmentó en la bancada de vista, la bancada arxista y los que estaban ahí fluctuando entre ambas fuerzas dependiendo seguramente del bien patriótico, me imagino.

Ichaso recordó que la candidata a vicepresidente de Andrónico, Mariana Prado dijo claramente, nada contra Evo. No es una ingenuidad que Andrónico saliera a decir que se le paga entre 300 mil y medio millones de dólares a su asesor. Es un mensaje directo a su nicho y a los jóvenes. “Yo soy el que tengo plata” y eso es lo que a la gente más empobrecida le falta y le importa. “Él está buscando, tiene una estrategia muy definida en ese sentido, no solamente él está hablando al evismo, él está hablando mucho al nicho etario, a los jóvenes”.

Céspedes comentó que 3,5 millones de bolivianos son personas entre 18 y 35 años, pero que la gran mayoría, como lo mencionaba antes, no ha definido su voto, no lo expresa, porque ven unas campañas muy adultocéntricas, donde se aburren con los foros, con los debates, lo repetitivo y mecánico que resultan en estas campañas. “Yendo desde lo comunicacional, vemos campañas que están ancladas, son anacrónicas de televisión, de los años 90 y del comienzo del 2000. No hay nada que conecte, no hay nada disruptivo. De quienes tal vez se esperaba, ni siquiera hablan. Ahí lo tenés a Andrónico, que ha costado un mundo de que pueda salir a decir algo y aparte que lo dijo mal. Y luego lo tenés a Del Castillo, que ya sabemos que es parte de su personalidad equivocarse de manera garrafal. Ha estado en una entrevista recientemente que lo tuvieron que educar en términos económicos los candidatos. No tienen que hablar de todo. Los candidatos no tienen que hablar de todo, no tienen por qué saberlo todo. Creo que debemos entrar en la lógica de que los mismos jóvenes entienden que los candidatos no tienen que hablar de todo. Pero también se espera de ellos posiciones más firmes, no que digas algo en televisión abierta y nacional y que a los dos días digas, parece que me hackearon el cerebro porque no quería decir eso.  Hay que hacerse cargo. Los jóvenes podrán ser jóvenes, pero tienen un sentido de responsabilidad y te lo van a cobrar. Te lo van a terminar cobrando”.

Por Gabriela Ichaso.

 

Gálvez: 89% los votantes demanda un cambio transversal, que no solamente va a lo económico, sino que también va a lo político, a lo social.

Rodas: El modelo económico está agotado pero al otro lado hay un vacío político.

Céspedes: Hay mucho enojo en la gente y los candidatos no conectan con los jóvenes, a quienes les molesta la saturación de los políticos en las redes.

Ichaso: El masismo ha endosado a Luis Arce el fracaso de un modelo agotado del que no se hace cargo y la transición política será dura y difícil.