Según Bravo, Bolivia requiere apoyo internacional para luchar contra el narcotráfico y relaciona los hechos de violencia de los últimos días con este ilícito
Fuente: eldeber.com.bo
En una entrevista con EL DEBER Radio, el exfiscal Joadel Bravo reparó en las situaciones de violencia de las últimas semanas ligadas al narcotráfico, como las dos personas que fueron acribilladas en el municipio de Shinahota, Trópico de Cochabamba y su vehículo fue incinerado. También mencionó el caso de Yapacaní, donde un hombre apareció maniatado y con múltiples impactos de bala; y por último, en Santa Cruz, donde un ciudadano brasileño con antecedentes por narcotráfico fue asesinado en las afueras de un condominio de lujo en la zona del Urubó.
“El combustible de todos estos eventos es precisamente el narcotráfico y el Estado Boliviano no tiene una política. Desde hace muchos años, por decirles en los últimos 50 años, no tenemos una política seria de lucha contra el narcotráfico que no sea sólo la interdicción”, indicó Bravo.
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El Chapare, comparado con favelas
El exfiscal comparó el Chapare con las favelas de Brasil, sin embargo, indicó que la diferencia es su organización. Explicó que el narcotráfico en Bolivia se diluyó en pequeñas agrupaciones, como clanes familiares, que son quienes fabrican la cocaína y dejan que organizaciones delictivas internacionales lleven la entrega hasta Europa.
“El Chapare, viene a ser lo que son las favelas para el Estado brasileño, que tienen al Primer Comando da Capital (PCC), una organización criminal con jerarquía, con mandos, con políticas de trabajo para el blanqueamiento del dinero con diversas empresas. Nosotros no tenemos eso acá, pero es porque el narcotraficante en Bolivia tomó conciencia de que al tener una organización era un blanco fácil para la policía de ser atacado, porque eran identificables», explicó.
Narcotráfico y elecciones
Tomando en cuenta el tiempo de elecciones, Bravo lamentó que ningún candidato a la presidencia de Bolivia ha presentado una propuesta concreta sobre cómo enfrentar el narcotráfico, ni siquiera los candidatos que lideran las encuestas.
“El Chapare es como la favela, es incontrolable. Y peor con Evo Morales ahí adentro. Entonces, necesitamos una política de Estado a largo plazo, que no sea un show para la prensa», señaló Bravo.
Además expresó que el nuevo Gobierno tendría que moverse entre la economía y la lucha contra el narcotráfico, pasando por una readecuación de la administración de justicia que entienda cómo la erradicación del narcotráfico puede afectar la economía nacional, para poder brindar seguridad laboral a la población. «Para evitar la corrupción, es muy difícil lo que le toca al nuevo gobierno con respecto a esta materia», apuntó el exfiscal.
Ayuda internacional
Para hacerle frente a las mafias del narcotráfico, Bravo argumentó que es necesario la ayuda internacional y no sólo los esfuerzos bolivianos. Mencionó a la DEA (administración de Control de Drogas, agencia del Departamento de Justicia de los Estados Unidos) como una opción, ya que tiene presencia en alrededor de 120 países.
«El delito es internacional, no es nacional, y si no estamos agarrados con el resto del mundo, no vamos a poder, como hoy en día se pretende (…), hay que mirar quién transporta, por dónde va la ruta, hacia quién llega, para quién es el que va a recibir, para poder atacar a toda la cadena, porque si solo trabajamos aquí, la cadena queda intacta más allá», fundamentó.
Además, aseguró que «erradicar» el narcotráfico tendrá un efecto en la economía boliviana. Según el exfiscal, indicó que gran parte de la economía boliviana es fruto del narcotráfico. Mencionó como ejemplo que cuando el gobierno de Hugo Banzer Suárez atacó el contrabando y el narcotráfico, el país vivió una gran crisis.
«Eso no fue porque Banzer amaneció de buen talante y decidió aquello, sino que fue una imposición norteamericana en la lucha contra el narcotráfico. Y repercutió en nuestra economía. Entonces, estamos con una economía difícil en este momento”, afirmó.
Bravo sostuvo que, sin una política de Estado a largo plazo, sin apoyo internacional y sin una justicia fortalecida, los asesinatos, acribillamientos y el miedo seguirán normalizándose en las calles del país.