La escasez de combustible en la ciudad de El Alto ha provocado la paralización de la maquinaria pesada destinada al mantenimiento y limpieza de cinco ríos clave, entre ellos el Río Seco y el Río Negro.
Fuente: PAT
Esta situación pone en riesgo la seguridad de varias zonas, ante la acumulación de material aluvial y el potencial desborde de cauces.
Según reportes técnicos, cada máquina requiere entre 500 y 600 litros de diésel al día para operar con normalidad, pero actualmente solo están recibiendo cerca de 80 litros, cantidad insuficiente para continuar con los trabajos de desazolve y remoción de sedimentos.
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Las autoridades locales han manifestado su preocupación y solicitan una mayor asignación de combustible para retomar con urgencia las labores. Advirtieron que, de mantenerse esta situación, se incrementará el riesgo de inundaciones y daños en infraestructura urbana.
La crisis de abastecimiento de combustible no solo afecta al transporte, sino que ahora comienza a impactar en tareas estratégicas para la prevención de desastres.