La Paz, enclavada en lo alto de los Andes, es verdaderamente el epicentro geográfico y estratégico de Bolivia. Su altitud única no es solo una característica pintoresca; moldea fundamentalmente su identidad y su potencial. Fortalecer La Paz es, sin duda, una inversión directa en el desarrollo nacional. Sin embargo, al observar sus inmensas posibilidades, debemos confrontar una dura realidad: las mismas instituciones destinadas a impulsarla —la Gobernación del Departamento de La Paz y la Alcaldía Municipal de La Paz— han incumplido en gran medida su mandato crucial. Esta inacción, alimentada por las peleas internas, el fantasma de la corrupción, la notoria falta de liderazgo, la escasa capacidad de administrar y de gestión, está frenando a una ciudad con un potencial inigualable.
Pilares para el Orgullo y la Productividad: Una Visión Incumplida
El orgullo cívico de La Paz se basa en su rica historia, su resiliencia y su capacidad de adaptación. Sin embargo, la consolidación económica necesaria para igualar este orgullo exige acciones pragmáticas y coordinadas, gran parte de las cuales no han sido abordadas por el liderazgo actual.
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Identidad y Patrimonio como Activos: La Paz posee un patrimonio histórico y cultural significativo. Poner en valor sus logros históricos, su diversidad cultural y su papel como capital administrativa de Bolivia debería reforzar el sentido de pertenencia. Visualizamos proyectos específicos que resalten la arquitectura colonial, los sitios arqueológicos cercanos y las expresiones culturales paceñas para fomentar la cohesión social y atraer interés externo. Lamentablemente, los proyectos tangibles y a gran escala de los gobiernos locales en este sentido son notablemente ausentes, dejando gran parte de este valioso patrimonio sin explotar.
Participación Ciudadana Eficaz: Involucrar a los ciudadanos en la planificación y ejecución de proyectos urbanos y de desarrollo económico es fundamental. Establecer mecanismos transparentes y accesibles para la consulta pública y la retroalimentación garantiza que las políticas respondan a las necesidades reales y fomenta un sentido de corresponsabilidad. Si bien el llamado a la participación ciudadana es fuerte en la teoría, en la práctica, las vías para una contribución significativa por parte de las actuales administraciones departamental y municipal a menudo siguen siendo opacas o simplemente se ignoran, erosionando la confianza pública en lugar de construirla.
Dinamización Económica: Estrategias para el Crecimiento, Estancadas
El fortalecimiento económico de La Paz exige un enfoque diversificado y una mejora sustancial en el entorno de negocios. Aquí es donde la falta de una gobernanza efectiva se hace más evidente.
- Diversificación Productiva: La sobre-dependencia de la administración pública y de ciertos sectores primarios limita la resiliencia económica. Es imperativo impulsar la diversificación hacia sectores de alto valor agregado. El turismo cultural y de aventura, la industria de servicios tecnológicos, la manufactura especializada y la agroindustria (aprovechando los distintos pisos ecológicos del departamento) son áreas con un potencial inmenso y sin explotar. A pesar de las claras oportunidades, políticas concretas e inversión sustancial de los gobiernos locales para fomentar estos sectores han sido insignificantes. La visión de una economía dinámica y diversa sigue siendo en gran parte teórica.
- Infraestructura y Conectividad: La mejora de la infraestructura de transporte (urbano y metropolitano), la expansión de los servicios básicos y el fortalecimiento de la conectividad digital son críticos. Estas inversiones reducen los costos operativos para las empresas, mejoran la calidad de vida y hacen de La Paz un destino más atractivo para la inversión nacional y extranjera. Si bien existen algunos esfuerzos aislados, falta un plan de infraestructura cohesivo y a largo plazo con una inversión significativa departamental y municipal, lo que obstaculiza el crecimiento y la conectividad.
- Fomento a la Innovación y Emprendimiento: Se requiere un ecosistema favorable para emprendedores y startups. Esto incluye acceso a capital, programas de incubación, centros de investigación y desarrollo, y políticas que incentiven la adopción de tecnologías. La Paz podría posicionarse como un centro de innovación en la región andina. Sin embargo, el marco de apoyo de la Gobernación y la Alcaldía para las empresas nacientes y la adopción tecnológica es débil, lo que impide el cultivo del espíritu emprendedor vibrante necesario para un verdadero progreso.
- Potencial Turístico y Ubicación Estratégica: La Paz tiene atractivos turísticos únicos: su topografía, su teleférico urbano, sus mercados tradicionales y su vida cultural. Una promoción estratégica, junto con la mejora de la infraestructura turística, puede incrementar significativamente el flujo de visitantes. Además, su ubicación central facilita el comercio con Chile y Perú, abriendo oportunidades para el comercio transfronterizo y la logística. Si bien existen esfuerzos individuales del sector privado o iniciativas más pequeñas, ni el Gobierno Departamental ni el Municipal han lanzado una estrategia verdaderamente integral e impactante para capitalizar este potencial extraordinario, lo que resulta en oportunidades perdidas para la ciudad y el departamento.
Una Gobernanza Profesional y Transparente: Cimientos Desmoronados
El avance sostenido de La Paz depende fundamentalmente de una gestión pública eficiente, ética y con visión de largo plazo. Esta es, posiblemente, el área más crítica donde las administraciones actuales no cumplen.
- Liderazgo Empático y Coherente: Se requiere una Gobernación y Alcaldías con liderazgo empático, que prioricen las necesidades de la ciudadanía y del sector productivo. Esto implica una coordinación efectiva y una visión compartida que trascienda las barreras políticas, fomentando una colaboración genuina entre el sector público y privado. Lamentablemente, lo que a menudo vemos es un liderazgo fragmentado, con peleas internas constantes, disputas políticas y una notable falta de empatía por las luchas y aspiraciones diarias de los paceños, sofocando las verdaderas asociaciones público-privadas.
- Fin a la Corrupción y la Improvisación: La ineficiencia generada por la corrupción y la improvisación es un freno al desarrollo. La Paz necesita una administración pública caracterizada por la transparencia en el uso de los recursos, la planificación estratégica y la rendición de cuentas. Las decisiones deben basarse en estudios técnicos y datos, no en coyunturas políticas. La profesionalización de la gestión pública y la implementación de sistemas anticorrupción son esenciales para generar confianza y atraer inversión. Retratablemente, estas son áreas donde tanto el Gobierno Departamental como el Municipal han sido repetidamente criticados, con escándalos y promesas incumplidas socavando la confianza pública y disuadiendo la misma inversión que La Paz necesita con tanta urgencia. La promesa de decisiones basadas en datos y una gestión transparente de los recursos a menudo da paso a elecciones arbitrarias y una flagrante falta de capacidad para administrar, impidiendo el progreso.
El Departamento de La Paz: Diversidad Climática y Potencial Sin Explotar
Aunque este análisis se centra en la ciudad, es relevante considerar la diversidad climática del departamento de La Paz, que ofrece oportunidades económicas adicionales:
- Altiplano: Predomina el clima frío y seco, ideal para cultivos como la quinua y la papa, y la crianza de camélidos.
- Valles Interandinos: Climas templados que permiten una agricultura más variada, incluyendo cereales, frutas y hortalizas.
- Región Subtropical (Yungas): Clima cálido y húmedo, propicio para cultivos como la hoja de coca, café, cítricos y frutas tropicales.
- Tierras Bajas (Norte de La Paz): Clima tropical, apto para cultivos como arroz, maíz y ganadería.
Esta diversidad climática en el departamento, con su correspondiente potencial productivo, puede y debe ser articulada con la ciudad de La Paz como centro de procesamiento, comercialización y servicios, generando sinergias que beneficien a toda la región. Sin embargo, la coordinación efectiva y la planificación estratégica entre la ciudad y el departamento para aprovechar plenamente estas sinergias han sido notablemente ausentes.
Además, la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA, otrora bastión de la intelectualidad y el debate público en La Paz, además de las universidades privadas han perdido protagonismo en la discusión de los grandes problemas departamentales y municipales. Su voz, que debería ser un faro para la innovación y la crítica constructiva, se ha opacado, dejando un vacío en el liderazgo intelectual y técnico que la región tanto necesita.
Conclusión: La Paz en la Encrucijada
En síntesis, si bien consolidar la identidad paceña y fortalecer su estructura económica mediante una gestión pública profesional y transparente son vitales para el bienestar de La Paz y su papel como motor fundamental para el desarrollo y la estabilidad de Bolivia, la realidad actual pinta un panorama diferente. La falta de un liderazgo efectivo, transparente y proactivo por parte de la Gobernación y la Alcaldía, exacerbada por las contiendas internas y la incapacidad administrativa, es un impedimento crítico. El inmenso potencial de La Paz permanece en gran parte sin realizarse, no por falta de recursos o espíritu entre su gente, sino por un vacío de gobernanza que ha permitido que la improvisación y la ineficiencia se arraiguen, y por una voz académica que ha disminuido su influencia.
La Paz, cuna de la libertad, tumba de tiranos, tiene que recuperar su liderazgo, recordemos el motivo que impulso a la Junta Tuitiva que no fue otro que la libertad y la autodeterminación, lamentablemente hoy se encuentra hoy en una encrucijada. Este año, en estas elecciones presidenciales, La Paz jugará un rol protagónico en el rescate de la democracia, la libertad y el engrandecimiento nacional. Es tiempo de que sus ciudadanos exijan un cambio radical en la gestión de sus autoridades locales y departamentales, para que el dicho que la define, no se convierta en la cuna de la indiferencia. El cielo es el límite, pero solo si tenemos líderes dispuestos a construir el camino hacia él.