Ministro Montaño: “Le duela o no a Evo Morales, habrá elecciones”


El Gobierno mantiene su posición de defensa del proceso electoral como única vía legítima para resolver diferencias políticas, en rechazo a cualquier intento de boicot o intimidación.

eju.tv / Video: DTV

La Paz.- El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, rechazó con firmeza las declaraciones surgidas del reciente ampliado del ala evista del MAS, calificándolas como peligrosas y antidemocráticas. Aseguró que, pese a las amenazas y discursos radicales, el gobierno garantizará la realización de las elecciones generales previstas para el 17 de agosto.



“Le duela o no a Evo Morales, habrá elecciones”, enfatizó Montaño al criticar las actitudes violentas promovidas desde el evismo, a las que comparó con los actos protagonizados por sectores radicales de la derecha cruceña en anteriores conflictos.

“No por un grupo pequeño se va a suspender el proceso electoral. Están actuando igual que la derecha que en Santa Cruz quemaba domicilios y violaba los derechos ciudadanos”, añadió en entrevista con los medios de comunicación.

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El ministro advirtió que en el ampliado evista se lanzaron amenazas graves, como la quema de ánforas y advertencias de posibles muertes, acciones que calificó como propias del fascismo y dirigidas a generar luto y dolor en la población boliviana.

“Esta denominación de Evo Pueblo está tomando las mismas acciones que ocurrieron en Santa Cruz. No olviden que han quemado mi domicilio, han violado los derechos de los ciudadanos a la libre circulación, a trabajar. Lo mismo está sucediendo con los evistas. Ayer en su ampliado han dicho que van a quemar ánforas, que habrá muertos. Eso es fascismo”, denunció.

Finalmente, Montaño reiteró que el Gobierno Nacional está comprometido con el respeto al voto y la democracia. “Aquí en toda Bolivia siempre hemos saldado nuestras diferencias a través del voto. Y así será nuevamente el 17 de agosto”, concluyó.

El Ejecutivo mantiene su posición de defensa del proceso electoral como única vía legítima para resolver diferencias políticas, en rechazo a cualquier intento de boicot o intimidación.