Nuevo México recuerda 80 años de primera explosión nuclear


La organización civil y premio Nobel de la Paz ICAN, que trabaja por la eliminación de las armas nucleares, recordó a las víctimas de la «Prueba Trinity», que no han sido reconocidas ni indemnizadas.

A la Prueba Trinity de julio de 1945 le seguirían otras pruebas nucleares, como la Operación Crossroads, en el atolón Bikini, a mediados de 1946 (en la foto).Imagen: CPA Media Co. Ltd/picture alliance

ICAN, una organización civil que trabaja para lograr la eliminación de las armas nucleares y recibió el premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos, conmemoró los 80 años de la primera explosión nuclear de la historia, ocurrida en el estado de Nuevo México, Estados Unidos, en el marco del proyecto de investigación Manhattan.



El 16 de julio es «una fecha que debe marcar el reconocimiento del sufrimiento y sacrificio de la población local perjudicada por lo que se conoce como la Prueba Trinity», señaló la entidad al informar que su directora, Melissa Parke, participó en una ceremonia conmemorativa organizada en esa localidad con las comunidades afectadas y autoridades estatales.

En 1945, el Gobierno estadounidense rechazó el consejo de sus propios expertos médicos del Proyecto Manhattan y decidió no advertir de la prueba a las personas que vivían y veraneaban cerca del lugar, lo que expuso a miles de ellas a la lluvia radiactiva, que finalmente llegó a 46 estados del país y se extendió a Canadá y México.

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Las víctimas: ni reconocidas ni indemnizadas.
«Los habitantes de Tularosa, a 64 kilómetros de distancia, fueron arrojados de sus camas por la explosión en la madrugada del 16 de julio y durante días cayó ceniza que impregnó de todo, llegó a todas partes, el suelo, el agua, … todo lo que se comía o bebía en 1945 después de la prueba estaba contaminado, pero no se sabía», dijo Tina Cordova, cofundadora de una organización comunitaria, que busca justicia para las víctimas de los test nucleares que nunca fueron ni reconocidas ni indemnizadas.

Citada en un comunicado de ICAN, Cordova recordó que su padre vivió esos eventos siendo niño y durante toda su vida arrastró diversos cánceres hasta su muerte, a los 71 años.

800 detonaciones en el hogar de pueblos indígenas y otras comunidades locales
Según la organización con sede en Suiza, en total fueron 800 detonaciones las que se hicieron en el territorio continental de Estados Unidos, que provocaron generaciones de personas con enfermedades, en particular cáncer, así como un marcado número de bebés nacidos muertos.

A inicios de este mes, el Congreso estadounidense aprobó la primera ley que incluye fondos para compensar a las personas afectadas de Nuevo México.

«Esto no era un desierto vacío, como algunos aseguraban, era el hogar de pueblos indígenas y otras comunidades locales compuestas de familias, niños, trabajadores y campesinos, había plantas y animales, así como lugares sagrados. Lo que conmemoramos no es simplemente un hecho histórico ocurrido hace ochenta años, sino el inicio de la historia de las armas nucleares», reflexionó Parke en Nuevo México.