En el Municipio de Cabezas tercera Sección de la Provincia Cordillera del Departamento de Santa Cruz, creado durante la presidencia de Ismael Montes, mediante Ley de 26 de noviembre de 1906, inicialmente conformada por los cantones Piraí, Florida y Abapó, y posterior por Ley de 20 de noviembre de 1914 se integraron a su estructura política las localidades de El Filo y el Curichi, en la actualidad cuenta con una de las mejores estructuras de servicios y promoción para el desarrollo agropecuario y ganadero.
Cuenta con una extensión de 17.235 km2 y tiene una población de 31.160 habitantes según el último censo de población y vivienda.
El inmenso atractivo turístico no solo es arqueológico, sino el caudaloso Río Grande que humedece gran parte de la región reverdeciendo el monte y alegrando el espíritu por la diversidad de flores y especies que alberga a lo largo de la Ribera.
El Río Grande que desemboca en el Mamoré tiene una longitud de 1438 kilómetros, se estima que su fuente alcanza hasta 1715 km y su cuenca drena 101.902 km.
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Gran parte de la geografía de Cabezas y sus cantones es rica en cultivos de maíz, sorgo, maní, fréjol, yuca y hortalizas. La producción alimentaria se extiende en 64.000 hectáreas.
Es importante señalar que el Municipio de Cabezas se destaca básicamente la producción agrícola por las tierras húmedas que posee la región y un gran sector se dedica a la cría de ganado bovino de manera extensiva y en menor extensión al ganado porcino. Su economía está basada en la actividad agroganadera.
El pasado 2024 el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras por medio de la Institución Pública Desconcentrada Soberanía Alimentaria (IPDSA) entregó 680 vaquillas de raza Brahman a 20 comunidades del municipio de Cabezas, beneficiando directamente a 340 familias de precarias condiciones socioeconómicas.
En países como Japón y Corea del Sur los recursos forestales son protegidos con políticas públicas económicas, como el eco turismo, el comercio sustentable de productos forestales y programas de transformación económica para las aldeas o comunidades, evitando así la expansión de carreteras, represas hidroeléctrica y minería en las proximidades de las áreas naturales boscosas y protegidas.
En Brasil la vegetación natural y exuberante en la amazonia, el equilibrio ecológico de la región se desarrolla en conexión con las políticas públicas del Estado, organizaciones y comunidades para conservar los bosques y ríos. Acompañado de programas de conciencia ciudadana para impedir la deforestación y contaminación de los ríos.
Ahora bien, el Río Grande en el Municipio de Cabezas, se convierte en el humedal más paradisíaco de la Provincia Cordillera, los bosques ribereños son los verdaderos guardianes del equilibrio ecológico. Ciertamente, que las aguas ayudan a preservar la erosión, regula la calidad del ambiente y brinda refugio a una basta biodiversidad de especies endémicas y peligro de extinción, y también es zona imprescindible para la alimentación de especie de animales y la supervivencia de variadas formas de vida sobre todo en períodos de sequía.
Piénsese que en este Municipio de Cabezas bello y excepcionalmente biodiverso, con sistemas que no mitigan el impacto ambiental por explotación de tierras ribereñas, las tareas de limpieza del gobierno central y departamental son aún insuficientes para preservar el humedal incomparable de la zona.
La amenaza aquí a la propiedad de la tierra y su buen uso, no deviene de avasalladores como la tristemente Santa Rita en Ascensión de Guarayos, atacada por grupos armados afines al MAS IPSP por cinco veces consecutivas, sin que el ministerio público y la policía haya contenido a los asaltantes y secuestradores abriendo expedientes de investigación y procesos penales contra los reincidentes protegidos por el gobierno.
Entonces, el corredor vivo del Municipio de Cabezas está libre de avasallamientos, pero no liberado de la explotación indiscriminada de quienes ejercen el poder. Ahí, en el corazón del Municipio y a pocos metros de la ribera del Río Grande se encuentra la propiedad «San Marcos» con más de dos mil hectáreas de superficie, con desmontes para la siembra de maíz, soya, y la ganadería, con tecnología apropiada para el desarrollo agropecuario y ganadero. Los vivientes circundantes de la zona afirman que el dueño primogénito fue Esteban León y sucesores legales; sin embargo, en la actualidad conocen que la propiedad le pertenece al ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, y los desmontes, cultivos agrícolas y desarrollo ganadero afectan el equilibrio ecológico. Al respecto, si el ministro ha sido visto con frecuencia en la propiedad San Marcos, para verificar la evidencia de señales de vecinos y comunarios, lo adecuado sería que el fiscal investigara estos hechos para que la ciudadanía conozca con certidumbre quién o quiénes depredan el ecosistema en la región indicada.
En aras de lograr mayor claridad Wilson Malheiros dice: «Los bosques son el verdadero corazón de los ríos, y los mantienen limpios y saludables (…), sin los árboles ribereños la sedimentación sería mucho mejor y esto perjudicaría directamente a la vida de los seres y otros animales que dependen del río». La agricultura y ganadería no es ajena a la preservación del humedal y bosque copioso.
Felicidades Camiri en el Nonagésimo Aniversario (90) de fundación.
Gutiérrez, julio 12 de 2025
Pedro Gareca Perales