El excapitán de Policía desató temor con declaraciones altisonantes tras la victoria electoral. Rodrigo Paz y su padre intentan menguar el impacto al señalar que es parte del aprendizaje del novel político.
eju.tv / Video: DTV
Las primeras 24 horas después de la victoria del binomio del Partido Demócrata Cristiano (PDC) estuvieron marcadas por un exabrupto. Desde El Alto, el capitán Edman Lara, flamante vicepresidente electo, lanzó dardos contra Jorge Tuto Quiroga, a quien acusó de promover una guerra sucia contra su persona y el candidato presidencial Rodrigo Paz Pereira; sin embargo, la diatriba no terminó ahí y también dirigió frases amenazantes a su compañero de fórmula.
La celebración se convirtió entonces en un escenario de preocupación general por el alto calibre de los disparos verbales del excapitán de Policía no solamente contra su eventual adversario en el balotaje, sino también contra quien debería más bien sostener un espíritu de cuerpo. “Le digo a Tuto Quiroga, no sea cobarde, no sea maricón, haga campaña y gane en la cancha. No sea cobarde, y no intente hacer fraude, no intente pagar encuestas”. Y fue más allá: “Yo soy la garantía de que Rodrigo Paz va a hacer las cosas bien; si no, yo lo encargo, yo lo enfrento”. La frase encendió las alarmas por el tono confrontacional.
Foto: captura pantalla
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El mensaje generó temor en un electorado que salía de una jornada sin contratiempos y que se inclinó en su mayoría por la dupla que consideró un factor de renovación ante la vieja forma de hacer política. Las expresiones, que rozan el lenguaje de la violencia, pusieron en duda la capacidad del futuro gobierno de transmitir serenidad y estabilidad así lo entendieron sus contendientes, analistas y mucha gente de a pie que votó por el cambio y, al ver esa reacción, se sintió susceptible ante la virulencia de las palabras del expolicía.
Sin embargo, ante la polémica, Rodrigo Paz respondió con una declaración que trató de contextualizar las palabras vertidas por su acompañante: “Todo en democracia es bajo la ley. Indudablemente, si un presidente comete un delito, está sometido a la ley. Y también el vicepresidente. Si comete un delito, estará sometido a la ley”. Si bien, la réplica intentó aludir a una defensa a la institucionalidad y recordar que ningún miembro del Ejecutivo estará por encima de la justicia, la incomodidad persistió.
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El candidato del PDC fue más allá en su valoración personal: calificó a Lara como “un hombre honesto y sincero, con una manera muy directa de expresarse”, aunque admitió que esa franqueza a veces “puede ser mal interpretada o incluso ofensiva”. Posición que fue corroborada por su padre, el expresidente Jaime Paz Zamora, quien trató de contener los daños al sostener que el expolicía se expresó así producto de su inexperiencia en la política y que, al igual que varios, entenderá que se trata de un aprendizaje.
“En cuanto al capitán, Rodrigo también dijo que lo consideraba un hombre honesto, un hombre sincero, con una manera de expresarse muy directa y a veces tan directa que puede ser mal interpretada; o a veces, el de pasarse también en palabras y ofender a alguna gente”, expresó a manera de disculpa; pero también resaltó que Lara fue hidalgo al reconocer que incurrió en su error: “Lo que más me gusta es la última declaración que hizo en Santa Cruz. Pidió disculpas al pueblo y a los sectores que se sintieron molestos. Eso demuestra que es un hombre honesto, un boliviano de bien”, resaltó.
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Para el exmandatario, los 39 años de Lara explican los ‘tropezones’ de un político joven: “a los 39 años todo el mundo se da todavía unos porrazos y unos tropezones en el camino, que muestran cómo es la vida en realidad” y resaltó ese acto de contrición al haber reflexionado y excusar su arrepentimiento. “Creo que hay que tomar en cuenta estas disculpas que pidió el capitán. Creo que allí podría cerrarse ya el capítulo”, señaló.
“Aprender es parte de la juventud, tirarse un porrazo; pero también volverse a parar y yo estoy convencido que el capitán tiene todas las condiciones para seguir siendo franco, seguir siendo un luchador por la transparencia, por la honradez, contra la corrupción que hace falta que sea la tarea de todos los bolivianos en el próximo gobierno y en la próxima etapa en nuestro país; pero estoy seguro que él tiene todas las capacidades para pararse, limpiarse los pantalones del polvo y seguir caminando”, añadió.
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Las expresiones de Lara golpearon en un momento de inflexión debido a que, a diferencia de anteriores elecciones, el país continúa en un tiempo electoral debido a la transición hacia la segunda vuelta prevista para el 19 de octubre. Los dos frentes que continúan en la carrera electoral, tienen la necesidad de construir confianza y si bien el país aún tiene un tono presidencialista, la imagen del vicepresidente suele ser de acompañamiento y equilibrio. El discurso confrontacional de Lara choca con la expectativa ciudadana de estabilidad.
El incidente no es menor para los votantes, porque mostró el riesgo que puede entrañar un binomio con estilos disímiles: la mesura de Rodrigo Paz frente a la vehemencia de un expolicía novel en la política. Pero, para Jaime Paz, también representa una oportunidad, porque si se reencauza el discurso confrontacional y se canaliza la demanda de transparencia y lucha contra la corrupción puede convertirse en un activo a explotar no solo en el balotaje, sino como eje de un eventual gobierno del PDC.