El delantero argentino atraviesa su mejor momento desde que llegó a la academia. Ante Always Ready volvió a brillar, fue clave en la jugada del gol y se consolidó como uno de los pilares del equipo de Mauricio Soria.
Fuente: eldeber.com.bo
Lo de Guido Vadalá ya no es novedad en Blooming. El atacante argentino volvió a ser figura en el triunfo 1-0 frente a Always Ready, disputado en el estadio Gilberto Parada de Montero, por la fecha 17 del torneo Todos Contra Todos. Participó directamente en la jugada del único gol del encuentro y, durante el tiempo que estuvo en cancha, se mantuvo activo y peligroso.
No solo generó fútbol, también se mostró revulsivo, encarador y con personalidad para liderar el ataque. Supo manejar los hilos del partido y se asoció con inteligencia con Martín Alaniz, autor del tanto de la victoria. La dupla ofensiva fue una pesadilla constante para la defensa alteña.
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A lo largo de la temporada, Vadalá se ha convertido en uno de los puntos más altos de la academia. Sin estridencias, pero con un rendimiento consistente, se ganó un lugar indiscutible en el once de Mauricio Soria. Su capacidad para adaptarse a diferentes funciones en el frente de ataque lo ha hecho vital para el esquema celeste.
Con 28 años, el argentino acumula 23 partidos con la camiseta de Blooming, en los que ha marcado siete goles y repartido tres asistencias. Números que respaldan su influencia en el equipo y que confirman su aporte más allá de las estadísticas, con presencia y jerarquía en momentos clave.
En la victoria ante Always Ready, otros nombres también destacaron. El arquero Braulio Uraezaña fue determinante con varias atajadas que evitaron el empate; Moisés Villarroel manejó con criterio el mediocampo, y en defensa los centrales Santiago Etchebarne y Richet Gómez respondieron con solvencia. Este Blooming muestra una regularidad en la que es difícil encontrar a alguien que desentone.
Sin embargo, el camino de Vadalá en la academia no siempre fue llano. Al llegar, recibió cuestionamientos pese a su pasado en Boca Juniors y un breve paso por la Juventus de Italia.
Uno de los momentos más duros que vivió fue en la Copa Libertadores 2025, cuando falló un penal decisivo frente a El Nacional de Ecuador en la fase 1, lo que derivó en la eliminación del equipo en la tanda desde los doce pasos. Esa noche lo dejó en el ojo de la tormenta y bajo la lupa de la crítica.
Hoy, con trabajo, compromiso y actuaciones destacadas, Guido Vadalá ha transformado esas dudas en aplausos. Su presente es una mezcla de talento, constancia y personalidad, factores que lo han convertido en uno de los líderes futbolísticos de este Blooming que sueña en grande.