El intercambio encendió el ánimo del debate, evidenciando no solo la polarización política, sino también el uso de temas judiciales y de coyuntura como herramientas de confrontación en plena carrera electoral.
eju.tv
Santa Cruz.- Durante el primer debate presidencial, el candidato Eduardo del Castillo abrió su intervención con una acusación directa contra Samuel Doria Medina, señalándolo como el responsable del retraso de 20 minutos en el inicio del evento. Además, en un tono confrontativo, le preguntó: “¿Samuelitio, vas a volver a gobernar con Jeanine Áñez, con quien cogobernaste en 2019?”
Doria Medina respondió que el retraso se debió a incidentes causados por la barra de Del Castillo, que presuntamente le impidió el ingreso al recinto. “Sería bueno que aclares que tu barra no me dejó ingresar al debate”, dijo. Agregó que cuando uno lidera en las encuestas, “lo atacan de todo y de nada”, y negó enfáticamente haber formado parte del gobierno de Áñez.
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“Si hubiera gobernado con ella, ya me hubiera metido preso”, sostuvo.
En tono firme, Doria Medina además cuestionó a Del Castillo por el encarcelamiento del gobernador cruceño Luis Fernando Camacho y de los presos políticos que defendieron la democracia.
“En mi gobierno vas a tener que rendir cuentas por lo que hiciste con Camacho. Podían haber iniciado un proceso legal, pero meterlo preso como lo hicieron, fue un secuestro, y está fuera de la ley”, declaró.
Del Castillo, en su réplica, comparó a Doria Medina con Pedro, “quien negó a Jesús tres veces”, y lo acusó de negar vínculos con el gobierno de Áñez pese a que, según él, varios funcionarios de esa gestión estarían relacionados con el empresario.
Doria Medina cerró el cruce afirmando: “Soy responsable por mis actos. He trabajado con miles de personas, pero eso no significa que cogoberné. Lo que sí debo suponer es que tú secuestraste a Camacho y ahora pretendes que te den votos en Santa Cruz.”
El intercambio encendió el ánimo del debate, evidenciando no solo la polarización política, sino también el uso de temas judiciales y de coyuntura como herramientas de confrontación en plena carrera electoral.