En medio de divisiones internas y una disputa electoral decisiva, el MAS busca reposicionarse con un discurso renovador y apelando a su base social histórica.
eju.tv / Video: Red América TV
La pugna electoral se intensifica de cara a los comicios generales del próximo 17 de agosto y el Movimiento al Socialismo (MAS) enfrenta una encrucijada marcada por las divisiones en el bloque popular, las disputas por el liderazgo entre los diferentes frentes y la presión de las encuestas nada favorables; en ese escenario, el dirigente de los interculturales y vocero del partido azul, Vidal Gómez reiteró que apuesta porque ‘el trabajo, la decisión y el voto de cada boliviano definan el rumbo del país.
Una de las amenazas que enfrenta el MAS y sus ramificaciones es la fragmentación que provocó la pérdida de hegemonía que mantuvo durante prácticamente dos décadas; acosado por el fantasma de la desaparición del espectro político nacional al tener menos del 3% necesario para mantener la personalidad jurídica, el instrumento político intenta rearticular su proyecto político apelando a la nostalgia de los años de bonanza, que – afirma – retornarán con una nueva generación de defensores del proceso de cambio.
En ese sentido, Gómez destacó la candidatura de Eduardo del Castillo, exministro de Gobierno y rostro visible del sector renovador del MAS, como parte de una propuesta que ‘garantiza las conquistas sociales alcanzadas en los últimos 20 años’. Si bien, el dirigente de los interculturales admitió errores y debilidades durante los gobiernos del MAS, insistió en que ‘los logros y avances en salud, educación y justicia social no pueden ser borrados’. “Las conquistas sociales son una lucha del pueblo boliviano, y están garantizadas en nuestro plan de gobierno para nuestros niños, nuestros abuelos y nuestros estudiantes”, afirmó.
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Asimismo, cuestionó duramente a los parlamentarios del ala evista, a quienes responsabilizó del ‘bloqueo económico’ desde la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) al haber impedido la aprobación de los proyectos de Ley de los créditos externos que podían haber coadyuvado a evitar la crisis que actualmente atraviesa el país; y cuestionó que sean esos diputados y senadores que pusieron trabas al desarrollo nacional quienes ahora vayan como candidatos por la Alianza Popular, o los partidos conservadores.
Vidal Gómez del MAS. Foto: captura pantalla
En un afán por separar el desgaste institucional del actual gobierno con la propuesta de Eduardo del Castillo, Gómez aseguró que el 99 por ciento de los candidatos del MAS son nuevos y que ese partido apuesta por una renovación desde las bases; incluso, afirmó que esa novel generación de políticos no tendría problema en cobrar un salario mínimo nacional o trabajar por producto, en alusión a la baja productividad legislativa demostrada durante el quinquenio que está a punto de concluir.
“No puede ser que tengan sueldos de más de 22.000 bolivianos, con chofer, secretaria, y no hagan nada. Sesionan una vez en seis meses. Es una vergüenza”, dijo, y añadió que, si dependiera de él, “nosotros hubiéramos cerrado esta Asamblea Legislativa que es responsable del bloqueo económico y el momento coyuntural que estamos viviendo” en alusión a la falta de interés del sector evista del MAS y los asambleístas opositores en dar un respiro al gobierno de Arce Catacora.
Gómez también descalificó las encuestas que ubican al MAS por debajo de los principales bloques opositores. Afirmó que son ‘pagadas y direccionadas’, como parte de una estrategia para ‘mantener al movimiento campesino y popular por debajo’. A pesar de ello, el líder campesino aseguró que la opción de Eduardo del Castillo llegará al poder con el respaldo popular: “Estamos seguros de que, con las propuestas que hemos presentado al pueblo, vamos a lograrlo. Nosotros vamos a llegar al gobierno como Movimiento al Socialismo”, aseveró.