Ambos investigadores coincidieron en que mantener los subsidios sin cambios implicaría riesgos crecientes.
eju.tv /Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- Sobre los posibles efectos económicos de retirar el subsidio a los combustibles en Bolivia, los investigadores Javier Aliaga y Ronaldo Terrazas, del Instituto de Estudios Avanzados en Desarrollo (Inesad), plantean que el país debe basar cualquier decisión en evidencia técnica sólida antes de definir si se optará por un ajuste gradual o de shock.
Aliaga explicó que el estudio busca generar escenarios que permitan anticipar las consecuencias macroeconómicas de cada alternativa. “Cuando hacemos un escenario de shock, donde quitamos el subsidio de golpe, nos va a llevar a un pico de inflación del 32%. Nadie quiere que tengamos un pico de 32% de inflación. Para bajar ese impacto deberían aplicarse medidas de focalización que disminuyan el traspaso del alza de precios”, advirtió Aliaga en entrevista en el programa radial La Hora Pico de eju.tv que conducen Belén Mendivil, Jorge Robles y Ernesto Justiniano.
El investigador remarcó que la gradualidad también conlleva costos, ya que prolonga los desequilibrios macroeconómicos y el déficit fiscal que genera el subsidio, aunque su efecto inflacionario sería menor y más controlable. “Lo que buscamos es construir evidencia sobre los mecanismos para atenuar tanto los impactos de un shock como los de una eliminación paulatina”, agregó.
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Terrazas, investigado junior de Inesad, señaló que uno de los factores críticos es el manejo de las expectativas de la población, ya que una medida sorpresiva podría generar reacciones sociales adversas, como ocurrió recientemente en Ecuador. “La eliminación de subsidios no vendrá sola, debe estar acompañada de otras reformas estructurales”, subrayó.
Ambos investigadores coincidieron en que mantener los subsidios sin cambios implicaría riesgos crecientes, como el agotamiento de las reservas de divisas y un eventual desabastecimiento severo de combustibles. “Retrasar esta decisión puede tener consecuencias muy graves, incluso acercarnos a una situación de hiperinflación como en 1985. El país debe entender que habrá un costo de ajuste, pero el costo de la inacción sería dramático”, advirtió Aliaga.
Adelantaron que continuarán elaborando estudios adicionales para aportar más criterios técnicos y fortalecer el debate público sobre esta medida crucial para la estabilidad macroeconómica del país.
Estas declaraciones las pueden escuchar desde el minuto 04:00 del video adjunto en la presente nota.