Gobierno apunta a sucesor de sicario Nabor López como responsable de crímenes en el trópico


El viernes 5 de septiembre dos jóvenes murieron acribillados dentro de un vehículo en el municipio de Entre Ríos, trópico de Cochabamba.

eju.tv / Video: Bolivia TV



El Gobierno apunta a Ariel Villarroel Calle, sucesor del sicario Nabor López Herbas, como el responsable de los crímenes cometidos en el trópico de Cochabamba, una zona donde «la presencia del Estado puede resultar débil».

«Hemos logrado establecer la participación de una organización criminal liderada por Ariel Villarroel Calle, quien ha formado parte de una banda de sicariato, extorsión y secuestro liderada Nabor López Herbas», explicó este lunes el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera.

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El viernes 5 de septiembre dos jóvenes murieron acribillados dentro de un vehículo en el municipio de Entre Ríos, trópico de Cochabamba. Ambos fueron identificados por las autoridades, que consideran los crímenes como un ajuste de cuentas.

«El trópico no es tierra de nadie, allí existe presencia del Estado, puede resultar débil por los gobiernos paralelos instaurados en esa región que emplean la coerción, la coacción, la extorsión para mantener una disciplina», indicó Aguilera.

El viceministro detalló que las investigaciones «se ralentizan porque sindicatos de todas las índoles ejercen una influencia opresiva sobre las comunidades», hecho que limita la cooperación con la Policía.

«Existe una dinámica con la presencia de pandillas locales, porque los que están perfilados en el trópico son jóvenes de 18 a 35 años, todos ellos moradores de esa región, y también existen sicarios contratados, lo que crea un entorno dominante del control de rutas del narcotráfico», dijo.

Aguilera precisó que el trópico de Cochabamba concentra gran parte de la producción de coca excedentaria y que hay estimaciones que dicen que hasta el 90% de esa producción de la hoja se desvía al narcotráfico.

Nabor López Herbas fue detenido y se mantuvo recluido en el penal de El Abra, acusado de liderar una banda que perpetraba crímenes a sueldo. En virtud de que mantenía influencia en el trópico pese a estar recluido, fue trasladado al penal de Chonchocoro, donde en enero de este año murió con un disparo.