Informe lapidario: La economía cochabambina se desacelera con una inflación del 24% e informalidad laboral del 84%


Los empresarios cochabambinos hacen un llamado a la «concertación productiva», un pacto que involucre al Estado, al sector privado y a la cooperación internacional

Raúl Domínguez
Cristo Cochabamba
El Cristo de la Concordia, en Cochabamba/Foto: Wikimedia Commons

 

Fuente: El Deber



A propósito del aniversario 215 del departamento de Cochabamba, la Federación de Entidades Empresariales Privadas (FEPC) presentó un informe técnico que dibuja un panorama económico poco alentador para la región. Según el documento, la economía cochabambina enfrenta una «triple presión» marcada por la desaceleración, la inflación persistente y una informalidad estructural que amenaza el aparato productivo local.

El análisis de la FEPC, que está disponible en toda su amplitud en su portal digital (fepc.bo/archivos/), destaca la urgente necesidad de implementar medidas que permitan a Cochabamba recuperar su competitividad y consolidarse como un nodo estratégico en el país.

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El estudio, titulado Informe Técnico de Coyuntura – Análisis Económico y Empresarial del Departamento, revela cifras preocupantes. El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) departamental muestra una desaceleración progresiva, pasando del 4,43% en 2023 a solo 0,44% en el primer semestre de 2025. Un dato aún más alarmante es el ingreso real per cápita ajustado al tipo de cambio informal, que se sitúa en apenas $us 1.453, ubicando al departamento en la séptima posición más baja a nivel nacional. Esta situación, de no corregirse, podría derivar en un estancamiento económico.

La informalidad y la pérdida de poder adquisitivo también son problemas graves. El informe señala que la informalidad laboral alcanza el 84,27% de la población ocupada urbana, mientras que solo el 15,73% de los trabajadores acceden a un empleo formal. Por otro lado, la inflación interanual se ha disparado al 24,28%, con el subíndice de alimentos superando el 30%. Esta escalada de precios genera una contracción del consumo y reduce drásticamente los márgenes de ganancia de las empresas, afectando especialmente a sectores clave como la gastronomía, donde el 35% de los negocios han cerrado en la última década.

El déficit comercial y el retroceso en el turismo se suman al sombrío panorama. A julio de 2025, el departamento registró un déficit comercial acumulado de $us 93,6 millones, con unas exportaciones que, además de ser menores, se concentran en productos de bajo valor agregado.

En cuanto al turismo, los datos son contundentes: Cochabamba recibió 56.711 visitantes en el primer semestre de 2025, una cifra muy inferior a las de La Paz y Santa Cruz. La disminución de turistas extranjeros y la subutilización de sus atractivos turísticos, en parte por la limitada conectividad aérea, evidencian un potencial desaprovechado.

Ante esta crisis, la FEPC ha propuesto una agenda de desarrollo a largo plazo. «El aniversario 215 no es una conmemoración simbólica, es una oportunidad para transformar vulnerabilidades estructurales en ventajas competitivas mediante una agenda empresarial de largo plazo”, afirmó el presidente de la FEPC, Juan Pablo Demeure.

La estrategia de los empresarios apunta a la estabilización macroeconómica, el fortalecimiento de los encadenamientos productivos y la transformación institucional.

El amplio documento empresarial concluye con un llamado a la «concertación productiva», un pacto que involucre al Estado, al sector privado y a la cooperación internacional. Este acuerdo se basaría en tres pilares: recuperar la estabilidad económica, fortalecer el dinamismo empresarial y transformar la institucionalidad.

Para Demeure, es crucial generar un entorno regulatorio que «incentive la inversión y reduzca la incertidumbre», una declaración que subraya la necesidad de acciones conjuntas para revertir la difícil situación que atraviesa la economía cochabambina.