El marco legal abre una ventana corta para renuncias sin sanciones en el balotaje del 19 de octubre, ya que los 45 días antes que contempla la norma vencen este jueves.
Rodrigo Paz y Tuto Quiroga, los adversarios en la segunda vuelta. Foto: Opinión
La recta final hacia la segunda vuelta programada para el próximo 19 de octubre cumple un nuevo hito este jueves, ya que los binomios del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y de la Alianza Libre tienen hasta este jueves para declinar su candidatura sin recibir sanción alguna; pasada el 4 de septiembre, Paz-Lara o Quiroga-Velasco pueden tomar esa determinación, pero serán sujetos a algún tipo de amonestación, según anunció el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
En la primera vuelta, hubo dos renuncias antes de los comicios nacionales, la primera de ellas fue de Nueva Generación Patriótica (NGP) que tomo esa determinación ante la negativa del ente electoral de habilitar a su candidato presidencial Jaime Dunn, posteriormente, fue el Movimiento de Renovación Nacional (Morena) que tomó el mismo camino, pero esa decisión fue posterior al sorteo de ubicación en la papeleta electoral, por ello, los se puso una franja negra en el lugar que le correspondía. Sin embargo, el frente no fue sancionado.
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El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gustavo Ávila, afirmó en los pasados días que los candidatos que accedieron a la segunda vuelta electoral tienen la posibilidad de abandonar el proceso electoral, aunque podrían ser sujetos a una sanción en función al plazo en el que lo hagan. Ávila expuso entonces que, si uno de los candidatos renuncia hasta 45 días antes de la segunda vuelta, vale decir, este jueves, no será castigado, pero si lo hace a partir del viernes puede tener una amonestación que será decidida en Sala Plena.
«Los partidos que han entrado en segunda vuelta tienen, la ley establece que pueden decidir abandonar la segunda vuelta, 45 antes del proceso electoral o después. Si lo hacen antes no hay sanción, si lo hacen después si hay sanción», aseveró Ávila, para luego precisar que, si uno de los binomios que competirán en el balotaje decide abandonar el proceso, el que queda en carrera sería automáticamente proclamado como presidente del Estado.
Incluso, desde el TSE se recordó que la renuncia antes de la fecha prevista significaría un ahorro de 194 millones de bolivianos, que fueron presupuestados para el balotaje del domingo 19 de octubre, en el que se votará con el mismo padrón de la primera vuelta, que llega a 7.936.515 ciudadanos habilitados. El 17 de agosto 6.900.418 ciudadanos, en Bolivia y en 22 países del mundo, emitieron su voto. Del total de votos emitidos, 5.356.534 fueron válidos.
De acuerdo con el artículo 168 de la Constitución Política del Estado, el balotaje se convoca cuando ninguno de los candidatos alcanza mayoría absoluta o un 40% con una diferencia de 10 puntos. En ese marco, el parágrafo c del artículo 53 de la Ley de Régimen Electoral (Ley 026) establece que los binomios pueden renunciar a su candidatura siempre que la dimisión se produzca dentro de los plazos fijados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), sin que ello derive en sanciones para los partidos o alianzas.
“Si la organización política de cualquiera de las dos fórmulas hasta cuarenta y cinco (45) días antes del día de la votación, hace conocer por escrito al Tribunal Supremo Electoral su declinatoria a participar en la segunda vuelta, no se realizará la segunda vuelta electoral. Si la Organización Política de cualquiera de las dos fórmulas, declina su participación en un plazo menor a cuarenta y cinco (45) días, el Tribunal Supremo Electoral sancionará a dicha organización política de acuerdo a Ley y Reglamento del Tribunal Supremo Electoral. En estos casos, serán proclamadas a la Presidencia y Vicepresidencia del Estado las candidaturas de la otra fórmula”, señala dicho acápite.
La pasada semana, Rodrigo Paz, candidato presidencial del PDC, planteó en un foro económico efectuado en Santa Cruz de la Sierra que Jorge Tuto Quiroga desista de su candidatura en beneficio de una articulación más amplia que permita efectuar acciones conjuntas y consensuadas para poder superar la crisis en la que se debate el país y proceder con una estrategia de salvataje de manera acelerada. La respuesta fue inmediata, Quiroga rechazó la idea, la cual calificó de antidemocrática, y afirmó que solo en ‘un cajón’ lo sacarían del balotaje.