Molina señaló que la narrativa regional debe reflejar no solo lo productivo, sino también lo cultural, lo humano, lo urbano y lo simbólico.
eju.tv / Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- En un contexto de reflexión profunda sobre el presente y futuro de la región, el reconocido analista político y exautoridad departamental, Carlos Hugo Molina, lanzó un llamado urgente a redefinir la narrativa que representa a Santa Cruz, para que esta sea más amplia, inclusiva y verdaderamente expresiva de su diversidad social, económica y cultural.
Durante su intervención en un foro público, Molina fue claro al afirmar que reducir la identidad cruceña únicamente al agro y a la soya limita el potencial de la región y desconecta a sus habitantes del relato que debería movilizarlos. “Hay más de dos millones de hectáreas destinadas a la soya. Sí, eso genera economía, exportaciones y mano de obra. Pero, ¿cuántas personas saldrían realmente a defender esa narrativa como suya?”, cuestionó Molina.
El analista agregó en entrevista en el programa radial La Hora Pico de eju.tv que conducen Belén Mendivil, Jorge Robles y Ernesto Justiniano, que “una narrativa es el cuento que queremos contar de cómo vemos a Santa Cruz. Si no me representa, no me inspira ni me moviliza”.
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Narrativas que inspiran
Molina comparó el caso cruceño con el de Tarija, donde a pesar de tener solo 900 hectáreas de viñedos, se ha construido una narrativa sólida y simbólica en torno al vino y la cultura vitivinícola, que representa a todo el departamento.
Asimismo, evocó el significado del Memorándum de 1904, una propuesta de visión territorial de largo plazo para Santa Cruz que, en su momento, no fue considerada por la ausencia de intereses mineros y de mercado en la región. “No fue que no nos querían, simplemente no éramos relevantes en ese momento para el centralismo. No había minas, no había consumo, no había volumen productivo”, detalló.
“A medida que cambiaron las condiciones materiales, cambiaron las relaciones e intereses. Por eso hoy se está produciendo lo que se está produciendo en Santa Cruz”, reflexionó.
Una narrativa viva, compartida y con visión de futuro
El analista subrayó que la narrativa regional no puede ser estática ni excluyente, y que debe reflejar no solo lo productivo, sino también lo cultural, lo humano, lo urbano y lo simbólico. “Necesitamos liderazgos que comprendan que los nuevos habitantes bolivianos que viven en Santa Cruz también son parte de este relato”, afirmó.
“Si no entendemos esto, vamos a seguir repitiendo relatos excluyentes, incompletos o que no movilizan a la mayoría. La narrativa de Santa Cruz debe construirse desde lo que somos, lo que aspiramos y lo que compartimos”, concluyó.
Molina reiteró la necesidad de que los líderes, instituciones y ciudadanos comiencen a construir una visión integradora que dialogue con la historia, pero que también proyecte a Santa Cruz hacia un futuro más representativo, más diverso y más justo.