Días largos para Rodrigo Paz: los escenarios, retos y acciones que debe tomar antes de la transmisión de mando


Rodrigo Paz asume en un país con una crisis económica aguda, reservas bajas y expectativas de cambio. La transición será intensa ya que necesita decisiones técnicas inmediatas para evitar que la expectativa se transforme en descontento popular.

Rodrigo Paz brinda el discurso de la victoria. Foto: Reuters

eju.tv



Tras la victoria del 19 de octubre, Rodrigo Paz tiene poco más de dos semanas hasta la transmisión de mando programada para el 8 de noviembre, tiempo en el que más que la ceremonia protocolar, debe ejecutar un plan operativo que responda a una realidad económica tensa, conflictos políticos y un largo inventario de hechos urgentes que deben ser abordados con la celeridad que el momento amerita.

Diferentes analistas advierten que la ventana para tomar decisiones que estabilicen la macroeconomía y atraigan inversión es estrecha; la forma en que organice su transición determinará si su mandato empieza con legitimidad reforzada o con una gestión acorralada por las emergencias y la protesta popular. Por lo pronto, la pasada jornada, el presidente electo dio una señal tranquilizante al confirmar el cierre de negociaciones para la provisión de combustibles a partir de su asunción.

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La elección de Paz marcó el fin de dos décadas de gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS) y coloca a una gestión de centroderecha frente a una economía con alta inflación, problemas de reservas y necesidades de refinanciación de deuda. Expertos subrayan que la plataforma de Paz combina apertura al sector privado con propuestas sociales puntuales, y que la expectativa de inversionistas –particularmente en sectores como el litio– chocarán con marcos legales complejos heredados.

El gobierno entrante encarará decisiones difíciles sobre la reestructuración de deuda y manejo de reservas; la agenda fiscal ocupará la primera línea del nuevo gobierno. Sin una estrategia creíble sobre finanzas públicas, las opciones políticas serán limitadas. Los escenarios son disímiles y mucho dependerá de la celeridad con la que los operadores políticos de la nueva gestión se movilicen para lograr acuerdos de amplio espectro para lograr la gobernabilidad y el respaldo a las acciones que planifican ejecutar para sopesar la crisis actual.

Por ello, Paz debe armar un gabinete económico creíble, anunciar de inicio las medidas de emergencia para acceder a líneas de financiamiento y lograr pactos mínimos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para efectuar las medidas fiscales urgentes; de esa manera, señalan los expertos, los mercados responderán positivamente y la presión sobre las reservas y el tipo de cambio cederá. Este resultado exige rapidez técnica y voluntad de pacto.

Después de la euforia de la victoria viene el tiempo de decisiones. Foto: Ruters

Empero, si el gobierno logra solo algunas medidas parciales, además de enfrentar bloqueos legislativos y protestas por demandas sociales; la recuperación será lenta, la inversión demorará en llegar y el electorado, que exige resultados rápidos, puede configurar un escenario adverso. Los estudiosos advierten que las decisiones tardías sobre la deuda y liquidez pueden forzar reestructuraciones más costosas.

Por ello, aseveran que Rodrigo Paz debe aplicar acciones concretas y priorizadas de acuerdo a la urgencia de cada uno de los ejes de conflicto. Es importante el blindaje fiscal inmediato, para ello, el núcleo técnico con experiencia en negociación de deuda y manejo de reservas es clave. Asimismo, la transparencia y sinceramiento sobre las reservas, vencimientos de deuda y flujo fiscal, para transparentar la magnitud del problema y ganar confianza.

Asimismo, la negociación de líneas puente y contactos con organismos multilaterales, abrir conversaciones con el Fondo Monetario FMI, BID y bancos multilaterales para líneas de liquidez o programas de apoyo condicionado: la señal política a los mercados es tan importante como las medidas técnicas.  Priorizar medidas que den resultados visibles (garantizar combustibles y suministros críticos, subsidios focalizados temporales, medidas de estabilización monetaria).

La negociación con el Legislativo es clave, las alianzas transversales permitirán aprobar las medidas fiscales de emergencia; sin mayoría, la negociación política es imperiosa. Los expertos recomiendan señales de apertura institucional para reducir resistencias. En cuanto a los contratos sensibles como los del litio, debe existir una revisión pública y técnica de los contratos previos, con auditoría independiente y plazos cortos, esto puede atraer la confianza de potenciales inversores.

Una crisis de combustible marca la segunda vuelta presidencial en BoliviaLa solución a la escasez de combustibles es una tarea prioritaria. Foto: El Deber

Por otra parte, debe evitar recortes abruptos que puedan disparar las protestas sociales, establecer programas de empleo temporal mientras se estabiliza la macroeconomía, ello ayudará a sostener los apoyos sociales inmediatos. La primera etapa es fundamental. Los acuerdos a los que arribe la comisión de transición con el Ejecutivo saliente debe tener acuerdos detallados sobre la entrega de información, la custodia de activos y las hojas de ruta para recepción de poderes. La transición institucional ordenada reduce riesgos de choque entre administraciones.

Américas Quarterly señala que “decisiones difíciles sobre reestructuración de deuda esperan a Paz”, y que sin un plan creíble el margen de maniobra será muy estrecho.  Reuters advierte que el manejo del litio –una de las esperanzas económicas– requerirá cambios legales y mucha cautela para atraer socios sin perder soberanía. Columnas del Atlantic Council y otros centros destacan que la señal política de estabilidad y apertura será determinante para las relaciones exteriores y la inversión.

Los días que separan la victoria en las urnas de la transmisión de mando no son una pausa ceremonial: son la primera evaluación pública de la capacidad de Rodrigo Paz para gobernar bajo presión. Sus aciertos iniciales –armar un equipo técnico creíble, asegurar liquidez temporal, acordar medidas fiscales y presentar una hoja de ruta social– marcarán si su mandato empieza desde la estabilidad o desde la emergencia. Los analistas coinciden en una idea: la ventana para evitar el escenario adverso es corta, y la combinación de técnica económica, negociación política y transparencia será la receta para que esos ‘días largos’ terminen con un gobierno con capacidad de acción.