La preocupación se agudiza al revisar el desempeño específico de los envíos al exterior. Olguín confirmó que las exportaciones, uno de los componentes clave del Producto Interno Bruto (PIB), mantiene una tasa de crecimiento negativa hasta el mes de agosto de la presente gestión.
eju.tv
La Paz.- El sector exportador de Bolivia ha encendido las alarmas ante un panorama económico dual que combina una desaceleración productiva con una escalada de precios. “Esta peligrosa mezcla no solo compromete las proyecciones de fin de año, sino que plantea un grave riesgo de estanflación (bajo crecimiento económico y alta inflación) para la economía nacional”, advirtió el Gerente General de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín.
Según el último reporte del Instituto Nacional de Estadística (INE), Bolivia registró un decrecimiento del 2,4% durante el primer semestre de 2025. Esta contracción impacta directamente en la dinámica económica del país y genera «condiciones negativas» para el empleo y la oferta productiva, señaló el empresario.
Exportaciones en números rojos
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La preocupación se agudiza al revisar el desempeño específico de los envíos al exterior. Olguín confirmó que las exportaciones, uno de los componentes clave del Producto Interno Bruto (PIB), mantiene una tasa de crecimiento negativa hasta el mes de agosto de la presente gestión.
«Lamentablemente, el escenario político va a terminar impactando de alguna manera en esta última parte del año… Este dato [de decrecimiento] genera condiciones negativas para el empleo y pérdidas para el sector exportador», afirmó el representante de los exportadores de nuestro país.
La peligrosa combinación: decrecimiento con inflación
El sector no solo debe lidiar con la caída de la producción, sino también con un período de precios elevados que disparan los costos operativos. Esta simultaneidad de bajo o nulo crecimiento con una inflación alta está definida por los expertos como una situación de riesgo de estanflación, que es extremadamente difícil de manejar mediante política económica, insistió Olguín.
Las empresas exportadoras están actualmente «asumiendo un conjunto creciente de costos», lo que afecta su capacidad de competir en los mercados internacionales. Un ejemplo de este incremento se observa en los servicios de carga, cuyos precios han aumentado, restando competitividad, agregó.
Un reto ineludible para la nueva gestión
La combinación de menor crecimiento y altos costos supone un reto inmenso para la fuerza política que asuma las riendas del gobierno. Para el sector exportador, la prioridad debe ser atacar las causas que distorsionan el aparato productivo.
El sector ha puesto énfasis en dos temas críticos que deben ser abordados de manera urgente para evitar que la situación se deteriore aún más en el período de alta demanda de fin de año: la estabilidad y unificación del tipo de cambio y la garantía de un acceso estable a los combustibles, remarcó el representante de los exportadores bolivianos.