El gobierno de Rodrigo Paz marca un giro en la política exterior y redefine las alianzas internacionales de Bolivia


Viscarra concluyó que el nuevo rumbo del país representa una redefinición de las alianzas internacionales y una nueva lectura del rol de Bolivia en la región. “Más allá de cualquier interpretación sobre la composición política del nuevo gobierno, algo es seguro: el MAS ya no está, por lo menos no como sigla ni con sus actores principales”, expresó.

eju.tv / La Hora Pico



La Paz.- El analista y experto en relaciones internacionales Javier Viscarra destacó que el gobierno del presidente electo Rodrigo Paz representa un cambio profundo en la política exterior boliviana, evidenciado por la exclusión de Nicaragua, Cuba y Venezuela de la lista de invitados al acto de posesión presidencial.

“Ya vimos que marcó algo muy importante: no están invitados a la posesión Nicaragua, Cuba y Venezuela. Bueno, es un cambio de 180 grados, ¿no es cierto?”, afirmó Viscarra, subrayando que esta decisión refleja una ruptura con la línea diplomática mantenida por el expresidente Luis Arce Catacora y sus predecesores del Movimiento al Socialismo (MAS).

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El especialista sostuvo que, de haber continuado el MAS en el poder, la política exterior habría seguido orientada hacia el eje del ALBA, manteniendo la cercanía con gobiernos afines ideológicamente. “Si Arce Catacora entregaba la banda presidencial a Andrónico Rodríguez o a algún exministro del MAS, probablemente la política iba a continuar igual, con Cuba, Nicaragua, etcétera, como invitados de honor”, explicó en La Hora Pico de eju.tv.

Viscarra resaltó que la posición de Rodrigo Paz ha generado reacciones en la región, propiciando el alineamiento de nueve países que expresaron su apoyo al nuevo gobierno boliviano por afinidades políticas y estratégicas. “Este grupo, anunciado desde Asunción por Paraguay, incluye a Argentina, Ecuador, Paraguay, El Salvador y otros países que se han agrupado por coincidencias en su visión de gobernanza y democracia”, señaló.

El analista explicó que este bloque no constituye aún un foro formal de integración, pero sí un espacio de coordinación política que podría influir en los futuros equilibrios regionales. En contrapartida, destacó que los gobiernos de izquierda de la región —como los de Colombia, México y Brasil— mantienen posturas prudentes o distantes frente al nuevo escenario boliviano. “Lula da Silva ha sido muy diplomático; tiene una relación estrecha con Bolivia y no se va a estrellar con un presidente vecino. En cambio, Petro aún no ha hecho un pronunciamiento claro”, añadió.

Viscarra concluyó que el nuevo rumbo del país representa una redefinición de las alianzas internacionales y una nueva lectura del rol de Bolivia en la región. “Más allá de cualquier interpretación sobre la composición política del nuevo gobierno, algo es seguro: el MAS ya no está, por lo menos no como sigla ni con sus actores principales”, remarcó.