Paz delineó lo que calificó como una maquinaria de desestabilización democrática financiada con recursos millonarios.
En conferencia de prensa desde Cochabamba, el candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, denunció hoy (14) la existencia de un «crimen organizado electoral» orquestado por el asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba para beneficiar la candidatura de Jorge Tuto Quiroga (Alianza Libre), al tiempo que lanzó una severa advertencia al presidente Luis Arce de someterlo a juicio de responsabilidades si persiste la crisis de combustibles que afecta al país.
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«Esta guerra sucia significa crimen político. Esta guerra sucia que se está llevando adelante en Bolivia, organizado por un mercenario de campañas electorales de Ecuador, un mercenario de campañas electorales de Ecuador, que hoy día, contratado por varios millones de dólares, está dividiendo a la patria a través de la candidatura de Jorge Tuto Quiroga», afirmó el candidato del PDC con tono de denuncia.
El candidato profundizó sus acusaciones al denominar las operaciones en su contra como «crimen organizado electoral, mercenarios, mercenarios electorales que hoy día están trabajando, pagados con millones de dólares que tanto se requiere para dividir la patria», y así buscó establecer una narrativa de conspiración internacional que buscaría interferir en el proceso democrático boliviano.
Paz no limitó sus críticas al campo electoral, sino que extendió sus señalamientos al gobierno de Luis Arce y afirmó que existe una «complicidad orquestada por el mercenario ecuatoriano (…) para generar en complicidad un momento de crisis, zozobra en nuestro proceso democrático» con lo que sugirió una alianza tácita entre el MAS y Alianza Libre para perjudicar su campaña.
En un giro hacia la aguda crisis económica y la constante escasez de combustibles en el país, Paz dirigió un ultimátum al primer mandatario. «Pero usted presidente cuando me vea, le doy la orden como boliviano. Entregue esa gasolina y ese diésel o si no se va a atener a consecuencias de juicio de responsabilidades».
La retórica legal del discurso culminó con una promesa de acciones judiciales masivas a todos los operadores de la “guerra sucia” en su contra. «Basta de guerra sucia y el que esté hablando a nombre de nosotros tendrá juicio penal y si descubrimos que este es un montaje a los que han generado ese montaje o aquel que haya establecido esta guerra sucia le meteremos también juicio penal».
Por último, Paz describió como un patrón histórico de ataques sistemáticos y recordó casos de otros políticos y cómo su propio equipo habría sido víctima de persecución y desprestigio profesional desde que se consolidó como una opción competitiva tras la primera vuelta.