El plan “Bolivia: De la crisis a la recuperación» fue desarrollado si cobro alguno por López-Claros y un grupo de expertos internacionales. Propone un marco de políticas públicas basado en experiencias exitosas de estabilización económica aplicadas en distintas regiones del mundo. «La crisis de Bolivia es real, pero es solucionable», sostuvo el experto.
El plan “Bolivia: De la crisis a la recuperación”, una propuesta integral de transformación y crecimiento económico, que busca servir como base para un acuerdo entre las fuerzas políticas con representación parlamentaria, con miras a elaborar un programa de estabilización económica de consenso para el país, fue presentada este miércoles. Esta iniciativa fue impulsada desde hace más de un año por Ronald MacLean, exalcalde de La Paz y exministro de Economía del país, quien convenció al economista boliviano Augusto López-Claros, para que liderice la elaboración de esta propuesta base.
“Es un documento neutro, comparable a un protocolo médico: una metodología probada, eficiente y moderna, que proponemos como guía abierta para los representantes de las distintas fuerzas políticas en el Parlamento y la sociedad boliviana. Las variaciones a este esquema deberían ser mínimas, pues toda desviación lo haría más costoso y menos eficaz. Si se adoptara por consenso, este plan, que no pertenece a ninguna facción política, podría convertirse en la herramienta ideal para la pronta recuperación económica del país», manifestó MacLean.
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El exalcalde explicó que el documento ofrece a Bolivia un marco conceptual para restablecer la estabilidad macroeconómica y promover la recuperación del país, sin sesgos ideológicos ni afinidad partidaria, señala una nota de prensa.
Durante el evento, Augusto López-Claros presentó un video de 16 minutos, grabado desde España, donde expuso los fundamentos y alcances de su propuesta. Advirtió que Bolivia se aproxima a su Bicentenario enfrentando una grave emergencia económica que no puede atribuirse a un solo gobierno. “Llevamos mucho tiempo acumulando déficits fiscales persistentes; nuestra deuda pública crece, las reservas internacionales han caído a niveles históricos, mantenemos un tipo de cambio fijo que convive con un mercado paralelo en expansión y el crecimiento se ha desacelerado hasta el punto de amenazar los logros sociales alcanzados con tanto esfuerzo”, explicó.
Pese a este panorama, López-Claros sostuvo que la situación puede revertirse con disciplina y planificación. “Nada de esto es inevitable. Con un plan pragmático, Bolivia puede estabilizarse en el primer año, retomar el crecimiento en el segundo y mostrar resultados visibles dentro de un solo mandato presidencial”, aseguró.
El plan “Bolivia: De la crisis a la recuperación» fue desarrollado si cobro alguno por López-Claros y un grupo de expertos internacionales. Propone un marco de políticas públicas basado en experiencias exitosas de estabilización económica aplicadas en distintas regiones del mundo. «La crisis de Bolivia es real, pero es solucionable. Si hacemos lo correcto, en el orden correcto, podremos pasar rápidamente de la escasez y la duda a la confianza y el crecimiento. Que nuestro Bicentenario sea un nuevo comienzo: el de un país que cumple sus promesas, compite con reglas claras y ofrece a cada boliviano y a cada boliviana una oportunidad justa de prosperar», sostuvo López-Claros, durante su intervención, en la que también hizo un llamado al optimismo y la acción conjunta.
El evento, que se realizó por vía zoom, fue seguido por periodistas, especialistas y público en general, y contó con la participación simultánea de Ronald MacLean desde Washington y Augusto López-Claros desde Madrid, España.
López-Claros es economista boliviano con más de tres décadas de experiencia en organismos internacionales. Es doctor en Economía por la Universidad de Duke y licenciado en Estadística Matemática por la Universidad de Cambridge. Ha sido director del informe Doing Business del Banco Mundial, responsable del Informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial y representante del FMI en Rusia durante la transición postsoviética. Actualmente preside el Global Governance Forum, entidad dedicada a promover una gobernanza más justa y sostenible a nivel global.