Richter advierte que el próximo presidente debe hacer un pacto con el país o caerá en la recesión


El exvocero presidencial advierte que el nuevo gobierno, ya sea de Jorge Tuto Quiroga o Rodrigo Paz, solo podrá sostenerse si construye acuerdos amplios que garanticen gobernabilidad ante una economía frágil y una calle imprevisible.

eju.tv / Video: No Mentirás

El analista político y exvocero presidencial Jorge Richter alertó que el próximo gobierno enfrentará una doble amenaza: una economía al borde de la recesión y una calle políticamente ingobernable si no logra tejer acuerdos amplios con todos los sectores del país. “El nuevo presidente deberá pactar con los sectores del país o caerá irremediablemente en la recesión”, sostuvo, en una evaluación cruda sobre los escenarios y los retos que afrontará el próximo mandatario para conseguir la ansiada gobernabilidad.



Richter explicó que ni Tuto Quiroga ni Rodrigo Paz contarán con una base social movilizada ni con un poder territorial que les garantice estabilidad, porque ambos carecen de ese factor movilizador de masas, debdo a que no tienen una base social ni una estructura partidaria sólida que les permita fidelizar a sectores que se conviertan en la columna vertebral que sostenga las políticas públicas que piensan encarar a partir del 8 de noviembre, día de la asunción presidencial.

“Ninguno de los dos tiene fuerza social movilizada y poder territorial. Tienen bancada que en apariencia podrían lograr una gobernabilidad de unanimidad, si suman PDC, más Jorge Quiroga, más Samuel Doría Medina, ahí tienen el 90% de la asamblea legislativa, pero no tienen calle, eso sí es verdaderamente importante”, advirtió, para luego establecer que el resultado electoral solo resolverá el mando formal, no la capacidad real de conducción política, aspecto fundamental para lograr la gobernabilidad plena.

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Foto: captura de pantalla

En su análisis, la gobernabilidad dependerá de dos condiciones simultáneas: un acuerdo político entre las principales fuerzas con representación parlamentaria en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) y un pacto de unidad nacional que convoque a empresarios, regiones y organizaciones sociales, entre otros, para poder implementar sobre todo aquellas medidas económicas necesarias y urgentes para revertir la crisis, pero que tendrán un impacto en el bolsillo de las personas.

“Si no es parte de un acuerdo, no tiene posibilidad de aplicarse (medidas), entonces, para que se aplique se necesita un acuerdo de unidad nacional. El gobierno actual no está ya en condiciones de hacer eso, el que salga electo el día domingo tiene posibilidades, sería una gran cosa que pudiese convocar rápidamente a un acuerdo nacional que trascienda la legislatura, ¿para qué? Para tener gobernabilidad, por un lado, para tener legitimidad ampliada y para tener posibilidad de realizar y de solucionar (la situación del país)”, refirió.

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Otro de los elementos fundamentales para Richter es la rapidez en dar soluciones a temas como la escasez de dólares. “Los primeros 60 días de la gestión de gobierno son en este caso y en esta situación absolutamente fundamentales, porque tampoco ninguno de los dos ha dado alguna certidumbre de lo que van a hacer para conseguir divisas. (…) La situación económica es crítica, no hay divisas suficientes, y si se paraliza la inversión pública, entraremos en recesión inmediata. Pero sin legitimidad política, ni siquiera se podrá tomar decisiones”, advirtió.

El exvocero observó que tanto Quiroga como Paz han ofrecido soluciones basadas en endeudamiento y no en generación de dólares genuinos. “El mayor desafío es conseguir dólares genuinos, dólares genuinos significa dólares que se produzcan en el país, y ahí no tenemos ninguna propuesta para que esto verdaderamente ocurra. Los dólares que están queriendo que lleguen a Bolivia son por la vía del préstamo, son por la vía del endeudamiento, no se diferencian en nada con lo que hace Arce en estos momentos, que es deuda”, apuntó.

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Más allá del diagnóstico económico, Richter subrayó que el principal reto del próximo presidente será político: “La calle es uno de los desafíos, porque Bolivia tiene cuatro universos de problemas muy críticos, la calle es uno de ellos. Número uno que dialoguen. Número dos, que no crean que con revanchismo y con judicialización van a lograr mucho. Número tres, que puedan establecer un gobierno de acuerdos nacionales donde participe toda la organización de la bolivianidad en su conjunto, empresarios, los sectores sociales, las regiones”, sugirió.

En un contexto donde la crisis económica, expresada en la falta de dólares, el incremento de los precios de la canasta familiar y la crisis energética, se entrelaza con la pérdida de confianza institucional, Richter sostiene que la legitimidad del futuro presidente dependerá de su capacidad de diálogo y su disposición para construir consensos más allá de su bancada. “Es decir, que haga un ejercicio amplio propio de un estadista para un momento que demanda la participación de todos”, sentenció.