Subvención de combustibles le cuesta Bs 14 mil MM al país, afirma el ministro Montenegro


La referencia a Ecuador no es casual. Hace unas semanas, el presidente de ese país, Daniel Noboa, eliminó el subsidio al diésel, una medida que ha sido recibida con amplio rechazo por parte de gremios de transportistas y sectores campesinos que argumentan que el incremento en el precio del combustible afectará directamente a la economía de las familias más vulnerables.

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro. Foto: Archivo

eju.tv

El subsidio a los carburantes representa para el Estado un costo anual de aproximadamente catorce mil millones de bolivianos, informó hoy (6) el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, quien aseguró que el Presupuesto General del Estado (PGE) para 2025 ya contempla los recursos necesarios para mantener esta política de apoyo hasta diciembre del próximo año.



“Está garantizado los carburantes. El Presupuesto General del Estado para el año 2025 otorga el presupuesto a YPFB, que es la encargada de la comercialización, hasta diciembre de 2025. La subvención ha estado en un nivel en bolivianos, te voy a hablar de unos 14 mil millones de bolivianos”, informó Montenegro en conferencia de prensa.

El ministro justificó la decisión de sostener este «gasto fuerte» para el Tesoro General de la Nación (TGN) y aludió la experiencia de lo que aconteció recientemente en Ecuador. Montenegro explicó que el objetivo es evitar una situación de conflicto social como la generada en el país vecino donde la eliminación abrupta del subsidio a los combustibles desató una ola de protestas.

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“Es un gasto fuerte que asume el Tesoro, pero lo hacemos con la idea de no generar lo que ha pasado en Ecuador. Vean la elección y todos los elementos de esa lección aprendida de un vecino que, de forma abrupta, quiso eliminar la subvención y lo que ha pasado”, concluyó Montenegro.

La referencia a Ecuador no es casual. Hace unas semanas, el presidente de ese país, Daniel Noboa, eliminó el subsidio al diésel, una medida que ha sido recibida con amplio rechazo por parte de gremios de transportistas y sectores campesinos que argumentan que el incremento en el precio del combustible afectará directamente a la economía de las familias más vulnerables.

Frente a las críticas, el mandatario ecuatoriano ha defendido su política bajo el argumento que la subvención beneficiaba principalmente a redes de contrabando de combustibles hacia Colombia y Perú, y a grupos de minería ilegal. Noboa reconoció que la eliminación de un subsidio siempre genera un «shock», pero insistió en que es un paso necesario para debilitar economías criminales y redistribuir los recursos fiscales de manera más eficiente, un escenario que el Gobierno boliviano busca eludir manteniendo su política de subsidios.