El analista Ricardo Paz destacó la composición del nuevo gabinete y advirtió que el Gobierno debe actuar con urgencia para estabilizar la economía, reconstruir la institucionalidad y marcar distancia del ciclo del MAS.
eju.tv / Video: DTV
“Es un gabinete equilibrado entre lo político y lo técnico, que combina experiencia, juventud y capacidad de gestión”, afirma el analista político Ricardo Paz, al evaluar la conformación del equipo ministerial del presidente Rodrigo Paz Pereira, posesionado el pasado fin de semana, en disonancia al criterio de otros expertos que consideran que los ministros de la gestión entrante tienen un perfil más tecnocrático que prima sobre el componente ideológico.
Paz considera que el nuevo gobierno ‘arranca con señales correctas’ al priorizar perfiles con trayectoria institucional y solvencia técnica en áreas clave como Economía, Hidrocarburos, Justicia y Relaciones Exteriores. “Este gabinete tiene un componente político indispensable para gobernar y un componente técnico que da credibilidad. Esa combinación es lo que el país necesitaba tras años de improvisación”, señala.

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Asimismo, identifica que el rasgo central del nuevo gabinete es la meritocracia, ya que la gente que lo conforma tiene formación académica, experiencia ya sea en el ámbito público o en el ámbito privado y muchos de ellos en el contexto académico, ‘pero todos aparentemente muy calificados’, por tanto, con la idoneidad necesaria para ocupar las funciones que el presidente Paz les ha asignado; sin embargo, resalta que entre ellos también están presentes personas con mucha experiencia política.
“Lupo ha sido ministro cinco veces, ha sido ministro de Gobierno, ha sido ministro de la Presidencia. El señor Oviedo ha sido dos veces viceministro del viceministerio de Gobierno también, se llamaba del Interior en esa época. El señor Salinas es un antiguo político, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR) y después jefe de Unidad Nacional en Cochabamba durante muchísimo tiempo; es decir, hay gente que sabe hacer política y también hay gente que, como Espinoza, como Medinaceli, expertos en sus áreas, o como Beatriz) García, que es probablemente la boliviana más calificada para el tema de la educación”, puntualiza.

El analista también se refiere a las acciones urgentes, inmediatas y posteriores que debe afrontar el actual gobierno: En lo inmediato, estabilizar las finanzas públicas, frenar la caída de la producción de gas y restablecer la confianza empresarial. A corto plazo, reconstruir la institucionalidad democrática y garantizar independencia judicial. Y, a mediano plazo, delinear una nueva política productiva que diversifique la economía y genere empleo digno. Empero, también hay tareas urgentes que, al parecer, encara con firmeza.
“En lo urgente, obviamente, los tiempos son muy cortos y así creo lo ha entendido el presidente. Por eso ha hecho tanto énfasis en resolver el tema de los combustibles, ¿no? Creo que ahí ha actuado con celeridad, con eficacia Están trayendo combustible, gasolina, diésel. Habrá que ver si eso es sostenible en el tiempo. Ahora tendrán que llegar los dólares para romper el cepo bancario, para parar un poco la inflación, la carestía, la devaluación, en fin”, afirma en relación a las promesas electorales que efectuó Paz.

Según el experto, Rodrigo Paz tiene una ventana corta para demostrar eficacia y recuperar la fe de la ciudadanía. Su primer desafío será gobernar sin arrogancia, pero con decisión. Si logra resultados visibles en la primera etapa de su gobierno, en el corto plazo, consolidará su autoridad, sostiene, para luego resaltar que el tono del discurso presidencial –centrado en la reconciliación, el respeto y la eficiencia– marca un punto de inflexión frente a la confrontación permanente que dejó el Movimiento al Socialismo (MAS).
Para el analista, el reto del nuevo gobierno será convertir ese mensaje en gestión concreta y en resultados que la población perciba en su vida cotidiana. “Lo importante es encarar la construcción institucional. Nos hemos acostumbrado a una tiranía del corporativismo sindical que tomó el Estado y lo puso bajo los intereses de minorías eficaces, ahora tiene que volver el gobierno de las instituciones, el gobierno de las leyes”, sentencia el politólogo.