El economista precisó que los créditos otorgados con recursos de los fondos de pensiones han sido dirigidos únicamente al Tesoro General de la Nación (TGN) o al Banco Central de Bolivia (BCB), y no a entidades como YPFB o proyectos como el Mutún.
eju.tv / La Hora Pico
Santa Cruz.- El economista Alberto Bonadona expresó su preocupación por el uso excesivo de la Gestora Pública como fuente de financiamiento del Estado, señalando que en los últimos años la institución ha sido tratada como una “fábrica de billetes” para cubrir la falta de liquidez del Gobierno.
Según Bonadona, el Ejecutivo ha recurrido de manera reiterada a la emisión de bonos para obtener recursos de la Gestora y de los fondos de pensiones, comprometiéndose a pagar capital e intereses. “En los últimos dos años, como no tenía plata, el Gobierno ha utilizado más de lo debido ese mecanismo. Les ha entregado bonos y les ha dicho: ‘Ahora me dan la plata’”, afirmó en entrevista con La Hora Pico de eju.tv que conducen María Belén Mendivil y Jorge Robles.
El economista subrayó que la Gestora debe actuar con independencia y no aceptar presiones del Ejecutivo para financiar al Estado sin condiciones claras. Planteó que la entidad debe comportarse como cualquier inversionista institucional, exigiendo tasas de interés competitivas, mantenimiento de valor y condiciones que permitan mejorar la rentabilidad del fondo.
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“Si le presta al Estado, debe hacerlo compitiendo en tasas con el sistema financiero”, remarcó. Además, señaló que si los pagos se realizan en bolivianos, la Gestora debería tener la posibilidad de acceder al mercado paralelo para comprar dólares y destinarlos a inversiones en el exterior, única vía —dijo— para mejorar los rendimientos actuales.
Bonadona advirtió que la baja rentabilidad del sistema de pensiones en Bolivia limita seriamente el crecimiento del ahorro previsional. Explicó que mientras los fondos de pensiones internacionales obtienen rendimientos promedio del 16% anual, con algunos alcanzando entre 30% y 33%, en Bolivia la rentabilidad máxima apenas llega al 7%, con valores actuales cercanos al 4,5%. “El rendimiento internacional permite duplicar el dinero en menos de tres años. Aquí estamos muy lejos de eso”, señaló.
Ante versiones que sugieren que los recursos de los asegurados habrían sido utilizados para financiar empresas estatales, Bonadona fue enfático: la Gestora no ha invertido ni un solo peso en una empresa pública.
Precisó que los créditos otorgados con recursos de los fondos de pensiones han sido dirigidos únicamente al Tesoro General de la Nación (TGN) o al Banco Central de Bolivia (BCB), y no a entidades como YPFB o proyectos como el Mutún. Recordó que inversiones previas en entidades privadas como Banco Fácil fueron realizadas por las antiguas AFP, y luego heredadas por la Gestora tras su creación.
¿Está seguro el dinero de los jubilados?
Consultado sobre la seguridad de los ahorros previsionales, Bonadona afirmó que los recursos están “tan seguros como en cualquier fondo de pensiones del mundo”. Sin embargo, advirtió que el mayor riesgo es que están invertidos en bolivianos, lo que expone a los fondos a la pérdida de valor por efectos de la inflación. “El problema no es la quiebra del sistema, sino la erosión del poder adquisitivo”, explicó.
Bonadona concluyó que la sostenibilidad del sistema pensional dependerá de que la Gestora pueda invertir con mayor independencia, exigir mejores condiciones al Estado y diversificar inversiones hacia mercados internacionales para mejorar la rentabilidad en beneficio de los futuros jubilados.