El excomandante señaló que la reestructuración policial debe ir acompañada de un proceso de depuración interna, inteligencia activa y una recuperación de la confianza ciudadana.
eju.tv / Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- El excomandante departamental de la Policía, coronel Rolando Flores, se sumó a las voces que exigen una reforma profunda y estructural en la Policía Boliviana, tras dos décadas de lo que calificó como “sometimiento político al masismo”.
Flores sostuvo que existe una crisis interna que va más allá de los conflictos personales entre autoridades como el vicepresidente Edman Lara y el general Augusto Juan Russo Sandoval, e insistió en que lo urgente es recuperar el rol institucional y ciudadano de la Policía.
“Desde hace 20 años la Policía Boliviana se convirtió en un ente represor y partidizado, subordinado al masismo en todo sentido. Lo que reclama ahora la sociedad es una Policía que cumpla su razón de ser: proteger al ciudadano y servir con dignidad”, afirmó Fernández en entrevista en el programa radial La Hora Pico de eju.tv que conducen María Belén Mendivil y Jorge Robles.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El exjefe policial sostuvo que el actual proceso de reestructuración debe enfocarse en corregir las deficiencias acumuladas en los últimos 20 años, eliminando toda huella de subordinación política y recuperando la institucionalidad. “Queremos una Policía renovada, con hombres institucionalistas, patriotas y con vocación de servicio. Que respeten los derechos humanos y actúen conforme a la Constitución y las leyes. No puede quedar ni una señal de la Policía que fue parte del masismo”, remarcó.
Flores destacó el anuncio del ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, sobre los cambios en el Alto Mando Policial bajo el marco de la Ley Orgánica de la institución, pero pidió garantizar transparencia, meritocracia y respeto a la carrera institucional.
Asimismo, recordó episodios de abuso ocurridos durante anteriores gestiones, como la represión en Santa Cruz y casos de ajusticiamientos y extorsión, que —según dijo— no pueden quedar impunes. “Muchos policías cumplieron órdenes ilegales. Es necesario un proceso de profilaxis institucional y moral para limpiar la imagen de la institución”, enfatizó.
El excomandante señaló que la reestructuración policial debe ir acompañada de un proceso de depuración interna, inteligencia activa y una recuperación de la confianza ciudadana, pilares indispensables para consolidar una Policía verdaderamente democrática y al servicio del pueblo.