Jeanine Áñez: “Cinco años privada de libertad me marcaron, pero no quebraron mi convicción”


La expresidenta Jeanine Áñez reafirmó en la red X que, pese a casi cinco años de reclusión, mantiene firme su convicción y su conciencia tranquila. Aseguró que no se arrepiente de haber servido al país, negó los delitos de los que se le acusa y sostuvo que su mayor defensa es “la verdad y la dignidad”.

Jeanine Áñez, expresidenta de Bolivia / Foto: Red X de Jeanine Áñez

eju.tv / Fuente : Red X 

La Paz.-La expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, compartió un extenso mensaje en su cuenta oficial de la red social X (antes Twitter), donde reflexionó sobre los casi cinco años que lleva privada de libertad, asegurando que, pese al tiempo transcurrido, mantiene firme su convicción y la conciencia tranquila por las decisiones que tomó durante su gestión.



“Estos casi cinco años privada de libertad me marcaron, pero no quebraron mi convicción. Nunca voy a arrepentirme de haber servido a mi patria cuando me necesitó”, escribió la exmandataria.

Áñez manifestó que su encarcelamiento ha sido “un precio injusto” por haber asumido la presidencia en 2019, tras la renuncia de Evo Morales. Afirmó que su libertad interior no depende de los muros, sino de la verdad sobre sus actos y de su conciencia de “haber hecho lo correcto”.

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“Sigo creyendo que servir a mi patria fue lo correcto aunque esté pagando un precio injusto, porque la historia cambia, las versiones cambian, pero la conciencia de haber hecho lo correcto, esa no la borra nadie”, escribió en otro tramo de su publicación.

La exmandataria denunció además que ha sido víctima de estigmatización y acusaciones infundadas de corrupción, las cuales —según dijo— se repiten “sin vergüenza” y sin pruebas.

“No fue justo perder mi libertad por haber servido a mi país y tampoco seguir siendo estigmatizada por hechos de corrupción que nunca cometí”, afirmó, agregando que “la injusticia no solo está en prisión, sino también en la mirada de quienes se niegan a ver más allá del prejuicio”.

Áñez también expresó su decepción hacia antiguos aliados y el dolor que le provocaron las críticas provenientes de su propio entorno político, así como las repercusiones que la situación ha tenido sobre su familia, especialmente su hija.

“Duele cuando las críticas implacables vienen de quienes uno creyó que compartían los mismos ideales y duele aún más ver cómo esa carga se extendió a mi hija. Nada más injusto y nada me pesa más que eso”, lamentó.

Finalmente, la expresidenta aseguró que, pese a todo, mantiene su dignidad y su fe en la verdad como su principal defensa.

“Mi dignidad no se negocia ni se ensucia con sus mentiras. Puedo mirar a cualquiera a los ojos porque tengo la conciencia tranquila y nada de lo que hagan puede quitarme eso. Sigo eligiendo la verdad antes que el silencio.”